Tras permanecer cerrada más de un año a causa de la pandemia de Covid-19, ayer reabrió al público la Zona Arqueológica del Templo Mayor, ubicada en el corazón de la Ciudad de México, recibiendo a 139 visitantes, 94 nacionales y 45 extranjeros.
La reapertura se dio como preludio a las conmemoraciones de los 500 años de la caída de México-Tenochtitlan y se llevó a cabo con estrictas medidas sanitarias, como un aforo máximo de mil visitantes diarios.
Además, el acceso al que fuera el máximo centro ceremonial y político del Imperio Mexica únicamente se realizará en grupos de 10 personas, las cuales podrán entrar cada 10 minutos para así asegurar un tránsito despejado.
Las puertas del Templo Mayor abrieron en punto de las 10:00 de la mañana y la primera persona en acudir fue un hombre de mediana edad, al cual los trabajadores del recinto dependiente del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) le obsequiaron un libro. Alrededor de las 10:45, un mayor número de individuos comenzó a congregarse.
Para garantizar la seguridad a los visitantes, los cuales deben portar obligatoriamente y en todo el tiempo cubrebocas, el personal del Templo Mayor toma la temperatura corporal, la cual no debe superar los 37.5 grados, y se les proporciona gel antibacterial. En caso de que alguna persona presente síntomas de contagio se le canalizará debidamente.
Por el momento, quienes busquen asistir a la zona arqueológica ubicada a unos pasos del Zócalo capitalino, únicamente podrán disfrutar del área de los vestigios, en la cual se aprecian los remanentes de una doble capilla, que fue una edificación dedicada a Huitzilopochtli, el santo patrono de los mexicas, y Tláloc, el dios de la lluvia y el relámpago. También se puede contemplar la Casa de las Águilas.
Debido a la crisis sanitaria del coronavirus, que mantiene a la CDMX en semáforo epidemiológico naranja, el Museo de sitio permanecerá cerrado al público hasta nuevo aviso.
La Zona Arqueológica del Templo Mayor comprende 1.2 hectáreas y en su parte norte también se pueden apreciar los vestigios del Gran Basamento, a través de dos ventanas arqueológicas ubicadas en la calle República de Argentina, entre Justo Sierra y San Ildefonso.
Hacia el poniente, y muy cerca de donde se encuentra el Museo de sitio, se pueden ver los vestigios parciales de la gran plataforma que limitaba al recinto sagrado por sus cuatro costados. Finalmente, hacia el sur se halla el segundo de los templos rojos consagrados al dios Xochipilli.
El sitio abrirá los martes, miércoles, viernes y sábado, de 10:00 a 15:00 horas; el costo del acceso general es de 80 pesos.