En ardua faena de excavaciones de tres meses, arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) “han ido develando los últimos siete siglos de una vivienda xochimilca”, en Centro Deportivo Xochimilco, donde se prevé la construcción de un local comercial, informó este lunes la dependencia.
Los vestigios hallados dan cuenta de los esfuerzos por los pobladores de aquella época por evitar la inundación de sus hogares; asimismo, el descubrimiento de, al menos, 17 entierros indica la transición paulatina de la práctica funeraria mesoamericana a la cristiana, tras la conquista, detalló el INAH, a través de un comunicado.
Investigación auspiciada por la Secretaría de Cultura federal que ha hecho posible que peritos de la Dirección de Salvamento Arqueológico (DSA) del INAH se aboquen en la excavación del subsuelo de un predio de 630 metros cuadrados, adyacente a los alrededores del Centro Deportivo Xochimilco.
“La intervención en el sitio, donde se proyecta la construcción de un local comercial, fue necesaria debido al alto potencial arqueológico del lugar, el cual forma parte de la poligonal declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO, así como de la Zona de Monumentos Históricos de la alcaldía”, indicó el INAH.
Los especialistas Mara Abigail Becerra Amezcua -coordinadora de la DSA-, Hussein Amador Palacios y Areli Recoba Guarneros sostienen que todos los residentes del lugar, a través del tiempo, efectuaron pocas permutaciones a las estructuras de la casa ubicada en el Barrio San Pedro Tlalnáhuac: “mantuvieron prácticamente la misma disposición espacial desde el periodo Posclásico Temprano (900-1350 d.C.”, aseveran.
Etapa sincrónica con el poderío culhua en la Cuenca de México, “también alusivo al complejo Azteca: el contexto más antiguo, registrado a más de dos metros de profundidad”, explica Becerra Amezcua.
Por otra parte, el informe del INAH da a conocer que “diversas oquedades en los estratos arcillosos (bentonitas con alta capacidad de absorción) evidenciaron la intención de los antiguos moradores por mejorar el terreno natural, cuya función debió dirigirse hacia el control del agua del lago somero y mantenimiento de las áreas chinamperas, esto para el cultivo y recuperación de los recursos lacustres que aprovecharon para el autoconsumo”.
Se ha develado que la franja superior inmediata, descubierta por los expertos, corresponde a la ocupación del periodo Posclásico Tardío (1350-1521 d.C.), del cual se conservan los remanentes de dos conjuntos habitacionales -norte y sur del terreno- consumados en tabiques de piedra y adobe; pisos y apisonados consolidados y de buena calidad, así como un tlecuilli (fogón), asociado a un cuarto espacio.
“El registro de materiales cerámicos y líticos en la excavación indica que durante esa época parte de la vivienda estuvo destinada a actividades cotidianas referentes al aprovechamiento del entorno lacustre y chinampero. Cabe recordar que Xochimilco fue un asentamiento del extrarradio sujeto al Estado mexica, al cual proveía de productos agrícolas y otros bienes”, recalca Becerra.
Gracias a estas exploraciones se ha podido dar registro a una singular variedad de elementos complementarios: muros de contención y sistemas constructivos con cajones de relleno, pequeñas plataformas y levantamiento de pisos continuos, dispuestos para renivelar los espacios por las constantes inundaciones de la zona, resultado de su ubicación a piedemonte (nacimiento de una cuesta) y de su cercanía a la ribera del lago de Xochimilco.
El boletín del INAH aclaró que todavía no se ha podido establecer la extensión de la totalidad de los conjuntos habitacionales; pero, el descubrimiento de que varias plazas de la zona hayan mantenido la misma funcionalidad hasta el siglo XIX “permitió explorar con libertad lo que fuera el patio, un área abierta de donde se han registrado interesantes hallazgos”, subrayan los arqueólogos.
Sobre las ceremonias funerales, los arqueólogos Mara Becerra y Hussein Amador exponen: “la mayoría data del Posclásico Tardío, pero también hay del periodo Colonial Temprano; es decir, de las primeras décadas consumadas la caída de México-Tenochtitlan. Sus características demuestran que en estas zonas retiradas de la capital tenochca dilató la adopción de las nuevas prácticas vinculadas a los conquistadores, no obstante que Xochimilco cayó en manos de los españoles en la batalla del 15 de abril de 1521”, certifican.
“El espacio funerario en torno al patio —de 12 m de largo por un ancho que continúa en el predio adyacente— fue consagrado mediante la ofrenda de un perro, y salvo la osamenta de un infante, los entierros restantes son de individuos adultos orientados tanto de oriente a poniente, como de norte a sur. La mayoría corresponden al Posclásico Tardío y fueron colocados en posición decúbito dorsal flexionado, acorde al rito mortuorio mesoamericano”, precisa el comunicado. .
Por otra parte, el investigador Hussein Amador indica “que los dos entierros del periodo Colonial Temprano ya fueron depositados de forma extendida, es decir, a la usanza cristiana, pero a la altura de sus hombros se les dispuso la clavícula de otras osamentas que fueron removidas, a modo de ofrenda. Esto, y el que fueran inhumados en su hogar, revela que la transición a la práctica funeraria cristiana fue paulatina, persistiendo ciertas ideas de la cosmovisión mesoamericana”.
La coordinadora de la DSA, Mara Becerra Amezcua, expone de manera concluyente que “las excavaciones están a días de concluir, para dar paso al seguimiento de la obra, de la que podrían desprenderse otros hallazgos y la definición de las dimensiones de ciertas estructuras arqueológicas; en tanto, se solicitará la modificación de algunos aspectos del proyecto constructivo a fin de proteger las mismas”.
AG
