El jueves 10 de junio se cumplen 50 años de El Halconazo, también conocido como la Matanza del Jueves de Corpus, una fecha significativa en el país, que fue origen de otras movilizaciones y cambios en México.
¿Qué ocurrió el 10 de junio de 1971?
El 10 de junio de 1971, cuando se celebraba el Jueves de Corpus, estudiantes, principalmente de la UNAM y el IPN salieron a las calles a exigir al entonces presidente Luis Echeverría Álvarez libertad política y democratización de la enseñanza.
Los jóvenes se reunieron en los alrededores de la estación del metro Normal para marchar de manera pacífica hacia el Zócalo de la Ciudad de México. Se trataba de la primera gran manifestación de estudiantes, después de la masacre del 2 de Octubre de 1968.
Sin embargo, cuando el contingente avanzaba por Avenida de los Maestros, los llamados "halcones", miembros de un grupo paramilitar, abrieron fuego contra los estudiantes desde las alturas, hiriendo y asesinando a muchos de ellos.
Algunos jóvenes trataron de salvar sus vidas refugiándose en sitios aledaños, pero la persecución duró horas. Crónicas de la época señalan que los halcones incluso fueron a las salas de urgencia de los hospitales para intimidar a médicos y enfermeras con el fin de que no atendieran a los heridos.
En las cifras oficiales, el gobierno liderado por el presidente Luis Echeverría Álvarez, registró 120 fallecidos y cientos de heridos, entre ellos, estudiantes, civiles y representantes de medios de comunicación.
¿Por qué se llama “El Halconazo”?
La matanza del 10 de junio de 1971 se conoce como “El Halconazo”, en referencia a los hombres armados que asesinaron e hirieron a los estudiantes que se manifestaban.
Para recordar a aquellos jóvenes y visibilizar la represión que hubo en esa manifestación, cada 10 de junio estudiantes de preparatorias y universidades protestan en todos los estados del país. Cada año también se incluyen nuevas demandas.
¿Quiénes eran los “halcones”?
Los “halcones” eran integrantes de un grupo paramilitar conformado por jóvenes reclutados en barrios marginados de la Ciudad de México, quienes fueron entrenados por militares de los gobiernos de nuestro país y Estados Unidos.
Con información de la CNDH
AG