La semana pasada en México dos casas de pujas subastaron por primera vez obras NFT’s, token no fungible o criptoarte. Formato que pretende revolucionar el mercado del arte en nuestro país, pues se garantiza que son piezas únicas en el mundo y por lo tanto libres de plagios, además de agilizar los procesos de compra-venta y entrar de lleno al ámbito digital, un ámbito que tiene entre sus principales interesados a los coleccionistas millennials.
Las piezas NFT’s que se comercializaron fueron Burbuja en Central Park, Sin más por hoy, mi reloj de Mickey y Caja mágica, de Juan José Díaz Infante, en PopUp, y Viva, de Juan Carlos del Valle, en Morton Subastas.
Desde hace algunos años las obras NTF’s se han vendido en México, pero la pandemia aceleró el interés por este formato, pues marca un cambio ya que se puede tener la obra física y también en NFT, con lo cual queda alojada en la plataforma Artereum, encriptada con tecnología blockchain, una estructura en bloques que almacena registros únicos, los cuales son imposibles de falsificar o copiar, como las piezas ofertadas por PopUp; o la obra puede ser 100 por ciento en criptoarte, en el caso de Viva.
“El mundo se va a digitalizar, a raíz de la subasta que hubo de Christie’s, en la que se vendió la obra NFT Everydays: The Firts 5000 Days, todos volteamos nuestra mirada hacia esa dirección y creemos que hay una gran oportunidad. No es que el arte se vaya a digitalizar todo, porque siento que esa experiencia, sensación y placer físico estará, pero tener el token para certificar tu obrs e irle dando valor con el tiempo, eso también lo hace interesante”, explicó a La Razón la art consultant Dunya Villaseñor.
La seguridad de una obra NFT es también otra de las ventajas, destacó por su parte Fernanda Serrano, valuadora del equipo de arte contemporáneo de Morton Subastas: “No puede ser reemplazable, copiada, hackeada, falsificada o robada, porque la pieza va a vivir en la plataforma que tenemos con Artereum y si algún día el comprador quiere venderla lo puede hacer sin problemas; entonces, actualmente el boom que ha tenido esto, la importancia de recalcar la autoría de la pieza y la propiedad, hace que los NFT’s sean seguros para invertir”, comentó en entrevista con este diario.
Villaseñor resaltó que cada vez hay más artistas interesados en el criptoarte. “Le veo un futuro enorme. Ésta es otra mirada de ver el arte y va a cambiar la historia de éste para siempre. Tengo una cola de creadores que me dicen ‘quiero que me digitalices mi obra’, pero tenemos una curaduría seria”, compartió.
Entre los artistas que ya están explorando el criptoarte en México se encuentran Héctor Falcón, Santiago Itzcoatl y Juan José Díaz Infante. Éste último subastó sus primeras tres obras NFT’s, el miércoles pasado; y Juan Carlos del Valle, el jueves vendió una pieza de criptoarte en Morton Subastas; Viva se compró en más de 110 mil pesos y tenía un precio de salida de 35 mil.
“Creo que no todos se van a convertir en NFT, pero la riqueza es generar diálogos entre el alfa y el omega, desde los muralistas, los estridentistas hasta este momento. Como se cayó el mundo con el Covid, todos estamos medio colapsados, es un buen momento para inventar cualquier ventana de futuro, porque todos los países tienen ese problema y se tienen que reinventar”, señaló Díaz Infante.
Además de que las obras NFT’s son únicas y libres de plagio, puesto que los artistas firman un contrato digital de la autoría y en el certificado sólo se reconoce a un solo propietario, otros de los beneficios que se destacan es que hay menos intermediarios y es más fácil trasladar la obra, pues sólo es necesario mandar un link a quien la adquiere.
“¿Cuántas obras que se han vendido y no son las auténticas, con esto no tienes problema. Podemos el día de mañana vender una pieza en China, mando el link al comprador, la imprime allá con las características que le doy y me paga con bitcoins, eso hace muy ágil el mercado del arte, no hay tantos intermediarios, porque los bancos te cobran bastantes intereses”, indicó Villaseñor.
Mónica Barragán, directora de PopUp, también ve más segura una transacción de un NFT. “Nos pasa mucho en obras de autores que ya fallecieron, nos piden el certificado, los tenemos, pero no podemos ir a Chihuahua con éste y la obra, se guarda, una vez que te pagan lo envías y ruegas que llegue sano y salvo, entonces con esto nos ayuda a simplificar”, detalló.
PopUp espera las obras NFT’s, cuyo mercado ya ha sido explorado con éxito en Europa, puedan ser incluidas en ferias de arte como Zona Maco. Por su parte, Morton Subastas también ve un nicho importante en nuestro país y por ello planea una puja a finales de año de criptoarte. “Hemos tenido una buena respuesta. Estamos trabajando en ello para ver si a finales de año podemos dedicar una subasta a los NFT’s”, dijo Serrano.