Dos años después de que miembros de la Arquidiócesis Primada de México alertaran del pésimo estado de la instalación eléctrica de la Catedral Metropolitana, lo cual podía causar un cortocircuito, la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, informó este martes que se hicieron obras de rehabilitación para atenderlo, además de que se colocó un nuevo sistema de pararrayos para proteger el recinto.
“Se hizo por primera vez un sistema de pararrayos en la Catedral y una instalación eléctrica que era urgente que se atendiera y que se lograra prevenir; dejamos una instalación excepcional y con la más alta tecnología para preservar el inmueble”, detalló la funcionaria en conferencia virtual desde Uruapan, Michoacán.
En 2019, Hugo Valdemar, canónigo penitenciario de la Arquidiócesis, dijo a La Razón que existía cableado de hace 60 años en la Catedral Metropolitana; el padre José de Jesús Aguilar también refería a este diario que la instalación eléctrica no cumplimentaba con los requerimientos y estándares del siglo XXI, por lo que “un cortocircuito podría ocurrir en cualquier parte”.
Para prevenir algún cortocircuito, que era la preocupación principal, Arturo Balandrano, director general de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural señaló que en conjunto con la Comisión Federal de Electricidad “estamos rehabilitando la red eléctrica, los tableros, las subestaciones, los transformadores de todo el conjunto”.
Respecto al pararrayos señaló que se instaló ya que el anterior sistema para proteger el inmueble ante una tormenta eléctrica era ineficiente: “en el pasado se hizo un esfuerzo para poner unas puntas, pero encontramos que estaba sin conexión a tierra, desarticulado todo el sistema y no aportaba toda la protección. Lo que se ha hecho ahora es completo e integral, vamos a estar seguros de que las cúpulas, las torres, los elementos y las bóvedas estarán protegidos”, abundó.
Frausto añadió que en el caso de las esculturas que cayeron de la Catedral durante el sismo de 2017 todavía están en rehabilitación.
AVANZA SÓLO 56% DE RECONSTRUCCIÓN
En la conferencia, la titular de la Secretaría de Cultura aseguró que en los tres años de la actual administración, de los tres mil 61 inmuebles históricos afectados por los sismos de 2017 hay un avance global de 56 por ciento.
Señaló que las recientes entregas fueron en Tehuantepec, Oaxaca, de la Catedral y la Parroquia del Ex Convento Dominico de Santo Domingo, donde se ha hecho una inversión de 12 millones de pesos, además del Templo de San Jerónimo Doctor, que requirió más de seis millones de pesos.
Aunque la reparación de los inmuebles es una herencia de los sismos ocurridos en el sexenio anterior, el Programa Nacional de Reconstrucción (PNR), que atiende las construcciones que no cuentan con seguro del INAH ni con recursos del extinto Fonden, ha sido señalado dos veces por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) por su ineficiencia.
En septiembre de 2020, el arquitecto Arturo Balandrano, reconocía en entrevista con La Razón que 82 por ciento de los 325 inmuebles que se restaurarían a través del PNR estaba sin concluir obras, debido a que los recursos llegaron de manera tardía. El pronóstico era que culminarían con las labores de rehabilitación en 2021 o a más tardar en 2022.
AG