De bandolero a general de División

Pancho Villa a 98 años de su asesinato: ¿sabías que aprendió a leer en la cárcel?

Este martes 20 de julio se cumplen 98 años de la emboscada en Hidalgo del Parral donde Pancho Villa fue ultimado; aquí sus más importantes hazañas

Pancho Villa fue asesinado hace casi 100 años. Especial

Se cumplen hoy, 20 de julio, 98 años del asesinato en una emboscada en Hidalgo del Parral del general de División Francisco Villa, Pancho Villa, a manos de Jesús Sales Barraza, bajo disposiciones del presidente Álvaro Obregón. En realidad se llamaba Doroteo Arango Quiñones: huérfano desde la adolescencia, ejerció los oficios de leñador, agricultor y vendedor ambulante.

En 1894, Doroteo y sus hermanos llegaron a trabajar como peones en la hacienda de la familia López Negrete, donde uno de los dueños trató de raptar a la hermana, Martina Arango: Doroteo impidió el secuestro e hirió a su patrón por lo que tuvo que huir. Perseguido por los guardias de la hacienda se refugió en la serranía donde se puso en contacto con la banda del temido Ignacio Parra ya con el seudónimo de Pancho Villa.

Origen de la leyenda Pancho Villa

Inicio de una leyenda: vivió varios años como bandolero, estuvo preso en Durango y se deslindó de la cuadrilla de Parra cuando uno de los integrantes asesinó a mansalva a un anciano. Traslado a Chihuahua: faena como minero, obrero, albañil y comerciante. Perseguido aún por la policía regresó a las montañas y se dedicó de nuevo al bandolerismo.

Participante activo de la insurrección maderista, al frente de un pequeño pelotón se presenta en la hacienda de Bustillo ante Francisco I. Madero, quien le otorga el grado de coronel. Junto a Pascual Orozco encabeza la lucha revolucionaria en el estado de Chihuahua hasta la toma de Ciudad Juárez, antecedente clave de la renuncia de Porfirio Díaz.

Retirado por un tiempo, en que se dedicó a la cría de ganado, volvió a tomar las armas en contra de la sublevación orozquista: Madero envía a Victoriano Huerta como comandante supremo de la División del Norte y Villa se pone a sus órdenes en la ciudad de Torreón.

Hazañas militares en los combates de Tlahualilo, Conejos y Rellano por lo que alcanza el grado de coronel brigadier por decisión de Huerta, quien después lo acusa de insubordinación y decreta su fusilamiento, el cual no se lleva a cabo por la intervención a tiempo de Madero. La vida de Villa está marcada a partir de ese momento por episodios contrastantes.

Pena conmutada por reclusión en la prisión militar de Santiago Tlatelolco, sitio donde establece amistad con el zapatista, Gildardo Magaña, quien lo alfabetiza: Villa aprende a leer y a escribir. Escapa de la cárcel y se interna en Estados Unidos; pero, en marzo de 1913, tras las ejecuciones de Madero y Pino Suárez, reingresa a México por Chihuahua con nueve seguidores incondicionales.

Pancho Villa se convierte en el Centauro del Norte

Segunda etapa de sus legendarias hazañas: conforma un numeroso ejército que pone al servicio de Venustiano Carranza. Conformación en 1913 de la División del Norte con la que crece su leyenda hasta llamarlo el Centauro del Norte: tomas de Torreón, Ciudad Juárez, Tierra Blanca –donde arrasó con una división federal completa— y Chihuahua. Nombrado gobernador provisional del estado, durante su gestión instaló el primer telégrafo inalámbrico del norte de México, expulsó a los comerciantes españoles acusados de colaborar con Huerta, redujo el precio de la canasta básica, emitió monedas y funda el Instituto Científico y Literario de la entidad.

Renuncia al gobierno del estado en 1915 para continuar su campaña militar: ocupación de Torreón (segunda ocasión), San Pedro de las Colonia y Paredón. Trances y conflictos con Carranza, quien no acepta la autosuficiencia de Villa y el prestigio ganado entre la tropa.

Determinante en la caída de Huerta la toma de Zacatecas, definitiva en el curso de la sangrienta conflagración. Las pugnas con Carranza se agudizan durante la Convención de Aguascalientes, donde ambos son destituidos. Carranza se niega a obedecer el acuerdo y entra en rebeldía: comienzo de una lucha de facciones que menoscaba el prestigio de la Revolución.

Villa es nombrado jefe de Operaciones Militares: en 1914 establece la alianza histórica de la División del Norte con el Ejército Libertador del Sur encabezado por Emiliano Zapata, quien convence al militar norteño para que se adhiera al Plan de Ayala. Las fuerzas militares mancomunadas entran a la Ciudad de México en diciembre de 1914: Villa y Zapata aparecen fotografiados juntos en Palacio Nacional (el general de Chihuahua en la silla presidencial).

Declive de Villa en la derrota que sufre por Obregón sucesivamente en Celaya, León y Trinidad. Se repliega al norte del país donde combate durante 1915 y 1916. Fracaso en el intento de apoderarse de Aguas Prietas: derrota en manos de Plutarco Elías Calles. Disolución de la legendaria División del Norte. Villa opera como guerrillero solitario en Chihuahua.

Estados Unidos impide el paso de víveres y pertrechos militares para los villistas y congelas sus cuentas: Villa responde con el ataque a la ciudad de Columbus, Nuevo México, que deriva en la intervención del ejército estadounidense en nuestro país, que permanece en territorio nacional sin la avenencia de Carranza hasta 1916 sin lograr la captura de Villa, quien permanece inactivo y se acoge finalmente a una amnistía (Convenios de Sabinas).

El gobierno le entrega la hacienda de Canutillo, le reconoce el grado de general de División y le paga una escolta de 50 soldados de élite provenientes de las filas de la disuelta División del Norte. Se dedica a un arduo trabajo comunitario en la construcción de una escuela, remodelación de calles, servicio de correo, construcción de casas para campesinos, introducción de maquinaria agrícola, fundación de un banco de crédito agrícola... Apoya la candidatura presidencial de Adolfo de la Huerta, quien contendía con Plutarco Elías Calles.

Reconocido como héroe popular en relatos, leyendas y corridos, no fue hasta 1967 que se inscribió su nombre en el recinto de la Cámara de Diputados tras un largo debate donde se discutió la trascendencia de un bandolero que murió con el grado de general de División del Ejército mexicano. Vaya periplo por la Historia de México de Doroteo Arango Quiñones, el inquebrantable Centauro del Norte.

AG

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