Alonso Arreola —nieto de Juan José Arreola— es compositor e instrumentista del contrabajo/bajo eléctrico. Productor de numerosos proyectos escénicos-musicales en más de quince países. Asimismo, ha colaborado en revistas literarias y periódicos con artículos, relatos, crónicas y poemas. Editor de un cuaderno de cartas de su abuelo paterno y líder de seis fonogramas como concertino, amén de otros tantos como intérprete acompañante o productor. Se define a sí mismo como escribajista: “Toco el bajo y casi escribo: escribo y casi toco el bajo”, ha reiterado en más de una ocasión este amante de los búfalos de agua.
Aparece Relamparia (Attica Libros, 2021), en que Alonso Arreola se interna en los derroteros del aforismo, minificción, poesía y relato: cuaderno transgénero, centella, chispa de evocaciones y emoción verbal. Iconografías arropadas por designios delirantes, dardos cruzados empalmados con verticales desvaríos: cántico y bordones en los atajos de índices imperiosos. Pañuelo en el que “Al final de cada canción silba la muerte” embozada por la vida.
“Este es un cuaderno promiscuo, híbrido. Ni poemario ni tampoco un compendio de apotegmas, adagios, aforismos, greguerías o sentencias. Todo está trazado aquí desde la voluntad del relámpago. De ahí el título, Relamparia, vocablo agudo con fuerza tónica en la penúltima sílaba: neologismo en español, pero que me lo he apropiado del portugués. Sigo sosteniendo que la emoción es cacería: sentimiento para desarmarse, para aullar sobre los designios. Relámpago: música de Revueltas y Stravinski”, expresó en entrevista con La Razón, Alonso Arreola.
Alistan la edición 27 del Eurojazz
- Autor: Alonso Arreola
- Género: Aforismo, cuento, poesía...
- Editorial: Attica Libros, 2021
¿Los presocráticos, Porchia, Juarroz y Cioran en una misma trocha? Mencionas referencias que han sido lecturas desde mi adolescencia. Las Voces, de Antonio Porchia; la Poesía Vertical, de Roberto Juarroz; más el gozoso pesimismo de Cioran han marcado mi vida. Descubrí muy joven a Parménides y a Demócrito: regreso con frecuencia a sus textos.
¿Especulaciones que juegan con entramados filosóficos y asimismo, propuestas existenciales salpicadas de poesía? Hay de todo en el libro: aforismos que niego aceptarlos en el sentido académico; poemas que nombro como poematias; juegos lingüísticos y versos que defino como versias; prosa que convierto en prosia; novela que es una novelia y cuentos que son cuentias: todo bajos los compases de mi orquestia. Sí, se asoma el aliento de Camus en algunos intervalos.
¿Atmósfera lúdica latente en el texto Historia mínima de México, por ejemplo? En ese cuento/cuentia se despliega la historia de México en un sentido lúdico, sarcástico. El libro se desborda en pasajes irónicos, absurdos, surrealistas a veces, desde una comicidad muy provocativa.
¿Suerte de índices jazzísticos que coquetean con el free? El jazz en su concepción de la improvisación como el corazón de su presencia. Los textos están sustentados en improntas más que en dilucidaciones conceptuales. Anda por ahí Coltrane, Miles Davis, Ellington, Carter, Mingus, Pastorius, Parker. El blues y el funk. Puse toda mi orquetia al servicio de una prosodia efusiva de compases atractivos para los lectores.
AG