Dicen que "nadie es profeta en su tierra", pero en el caso de la primera bailarina mexicana Elisa Carrillo ocurre lo contrario, así lo demostró la noche de este viernes con la Gala de Estrellas Elisa y Amigos, que llenó de alegría y emoción el Teatro Ángel y Tere Lozada del Centro Cultural Mexiquense, en la Universidad Anáhuac.
Con la primera función de la Gala de Estrellas Elisa y Amigos, que marcó la inauguración del Festival Danzatlán, la primera bailarina regresó a los escenarios mexicanos a casi dos años de no poderse presentar por la pandemia de COVID-19. El público la recibió con aplausos, al igual que a los ocho reconocidos intérpretes que la acompañaron.
La velada comenzó pasadas las siete de la noche con un fragmento de "Pas de quatre", de Anton Dolin y a cargo de cuatro bailarinas del Staatsballett Berlin y el Bolshoi Ballet, entre ellas Elisa Carrillo.
Las cuatro bailarinas mostraron una recatada ligereza y delicadeza en sus adagios y elegantes cambios de posición, lo cual cautivó al público que con entusiasmo gritó: “Bravo, bravo”.
La gala continuó con una pieza contemporánea, “Paganini”, de Mauro Candia, en la que el bailarín Dinu Tamazlacaru, del Staatsballet Berlin emocionó con sus impecables movimientos que parecían fusionarse con la música del virtuoso del violín Niccolo Paganini. El intérprete recibió una lluvia de aplausos de los espectadores.
Después siguió un clásico del ballet “El corsario”, los jóvenes bailarines del American Ballet Theatre, Aran Bell y Skyla Brandt, impresionaron en la ejecución del “Pas de deux”. Ella con sus imparables pirouettes y él con sus sorprendentes saltos que eran muy altos.
La Gala Elisa y Amigos tuvo otros números de danza contemporánea: “Le bourgeois”, de Ben Van Cauwenbergh, con el bailarín del Bolshoi Ballet Igor Tsvirko, quien trajo un poco de comedia a la función; y un fragmento de “Rassemblement”, del reconocido coreógrafo español Nacho Duato, pieza que ejecutaron Elisa Carrillo y Mikhail Kaniskin.
“Rassemblement”, obra de 1990 de Nacho Duato, aborda la importancia de los derechos humanos. Carrillo y Kaniskin ofrecieron una impecable interpretación de la pieza.
Otro número que impresionó fue “New American Romance”, de James Whiteside, con Aran Bell y Skyla Brandt, pareja que conquistó al público mexicano. En este fragmento con música de Debussy, al fondo del escenario se proyectó un paisaje de estrellas y los bailarines movían sus manos al compás de las notas del piano.
La última pieza que interpretó Elisa Carrillo, ganadora del Benois de la Danse, fue “Duetto inofensivo”, de Mauro Bigonzetti, al lado de la bailarina Yolanda Correa.
Durante la ejecución del fragmento, un pianista tocó en vivo, mientras Carrillo y Correa atraparon la atención del público con este dueto, que cerró con ambas aventándose al “vacío”.
La Gala Elisa y Amigos terminó con broche de oro, con el “Pas de deux” de la célebre pieza “Don Quijote”, de Marius Petipa. Kristina Kretova e Igor Tvirko, del Bolshoi Ballet, sorprendieron con impecables saltos y pirouettes, así como su gracia para la ejecución de este clásico del ballet.
A Kretova se le vio hacer más de 25 pirouettes seguidas, lo cual fue aplaudido por los espectadores.
A las 20:42 la función terminó y en el ambiente demostraba dos cosas: el deseo del público de volver al teatro a disfrutar del arte y a los bailarinas con felices por regresar a los escenarios. El público estaba agradecido con la presentación, lo cual demostró aplaudiendo de pie a los nueve artistas.
Este sábado Elisa Carrillo repite función, pero ahora en el Centro Cultural Mexiquense Bicentenario, en Texcoco, a las 19:00 horas.
AG