Rodrigo Garnica (Ciudad de México, 1942), médico-psiquiatra y escritor; en 2003 obtuvo el Premio Nacional de Novela José Rubén Romero por “La pregunta”, la cual fue muy bien recibida por la crítica y los lectores. Ha publicado el volumen de ensayo “El botánico del manicomio” (1997), el cuaderno de cuentos “Para aclarar los sucesos” (1979) y entre otras, las novelas "Mujer de fin de semana” (1981), “Crónica de una noche Interminable” (1982), “El íncubo y la doncella 2(2002), “La memoria ofendida” (2017), “Los justicieros” (2018) y “Los ácratas” (2011), esta última galardonada con el Premio Bellas Artes de Narrativa Colima para Obra Publicada, 2012.
Circula en librerías “Memoria en ruinas” (Casa Editorial Abismos, 2021), nueva ‘novela’ donde Garnica explora sobre la presencia de lo vivido en una obra de ficción. El personaje protagonista está enfrascado en la escritura de un texto en que afloran episodios trascendentes de su existencia: relaciones amorosas, desilusiones, primeros indicios de la vejez y la aparición de la enfermedad. ¿Qué es una novela? ¿Acaso el novelista se vale de su propia experiencia para fabular?
“En ‘Memoria en ruinas’ intento dar respuesta a la pregunta: ¿cuánto de autobiográfico hay en una novela? Contiene anécdotas aisladas y un hecho subjetivo que tienen que ver claramente con una experiencia personal: la toma de conciencia de lo que significa escribir ficción, es decir, el descubrimiento, no de la vocación de escritor, sino del proceso mismo de la escritura con intenciones artísticas, porque escribir lo hacemos muchos en nuestras profesiones y oficios; pero al escribir ficción, al inventar historias nos enfrentamos a un mundo prescindible y sin embargo requerido por algunos seres humanos”, explicó en entrevista telefónica con La Razón, Rodrigo Garnica.
¿Escribir ficción como una manera de revelar el sentido de la vida? Así lo creo. Cuando descubrí mis posibilidades para contar historias, me di cuenta que eso podía darle significado a mi vida desde las palabras.
¿Se conjugan entonces lo biográfico y la ficción? En mi caso particular, en mi vida personal, la escritura ha sido un hallazgo tardío, una segunda vocación. He tenido que recurrir a la memoria, al recuerdo. Un repaso por lo que sucedió en mi vida: ficción desde lo autobiográfico, desde evocaciones.
¿’Memoria en ruinas’ es una biografía novelada? J. M. Coetzee, Premio Nobel de literatura 2003, inventa una palabra para referirse a la manera encubierta de escribir su autobiografía: autrebiography, neologismo que se refiere a algo así como una “autobiografía de otro”. Los expertos le han llamado biografía novelada, que puede ser auto o no. Esta novela parte, como no podía ser de otra manera, de una experiencia personal: un problema de salud que afortunadamente terminó resolviéndose a satisfacción. Después de una vida casi supermánica en la que el cuerpo resistía cualquier prueba a la que fuera sometido, ahora, ese cuerpo, reclamaba atención. Debí hacer un alto en uno de los dos lugares en los que no hay más remedio que reflexionar: un hospital. El otro sitio es un hotel, según Albert Camus.
- Autor: Rodrigo Garnica
- Género: Novela
- Editorial: Abismos, 2021
¿Qué es para usted el género de la novela? La novela es el género más noble de la literatura. Se presta para todo. Tolera lo indecible, aunque de todos modos hay que decirlo. Es la ocasión para manifestar lo que deseábamos expresar desde hacía tiempo pero no sabíamos cómo hacerlo. Y tiene su método, su preceptiva, no olvidarlo.
¿La única ‘biografía válida’ es la propia? La psicología convencional dice que eso se llama narcisismo. No es sólo por eso sino porque dentro de toda la información que tenemos, todas las consultas que hemos hecho, todas las biografías leídas, sólo hay una que realmente te consta: la propia. De eso hay que escribir, con el truco de la imaginación y la mentira: esto tal vez sucedió, pero tal vez no. En cambio, los escritores son tan mentirosos que hasta cuando cuentan su vida mienten. Y está la traición de los falsos recuerdos. Por eso, mejor la novela.
Apela usted a la primera persona narrativa ‘YO’. ¿Por qué desdeñó la tercera persona ‘ÉL’? La novela clásica ha narrado en tercera persona: narrador omnisciente que todo lo ve y todo lo sabe y no tiene que explicar cómo lo supo, sólo lo cuenta. Sabe todo acerca de los personajes y sus situaciones, aunque no sepamos cómo le consta. El narrador en primera persona parece ser del todo diferente: al igual que los demás personajes de su historia es, él mismo, un personaje, existe un desdoblamiento: el ‘yo narrado’, que es puro verbo, acción, o no es nada porque a él tienen que sucederle los acontecimientos, si no, no hay historia; mientras que el ‘yo narrador’ es sujeto, verbo y complemento: yo gramatical que debe obedecer las reglas elementales de la narratología.
¿Es posible una ‘autobiografía real’? Sí, es una posibilidad. Es en sí mismo un género, pero el autor o su editor nos aclaran que no es novela, que no se trata de una obra de ficción. El autor lo apoya dejando que se difunda esa opinión. Los géneros pueden fundirse, sus fronteras borrar y el disfrute de la lectura se mantiene. Esa es la intención cuando se escribe una novela pseudoautobiográfica o autrebiograpy como lo es "Memoria en ruinas".
AG