Teatro

Bicéfalo, una obra de rabia y cautela

En el montaje teatral, los personajes reflejan su conflicto interno con ira y timidez; lidian con la muerte, la negación y la tristeza

Los actores, durante la puesta en escena.
Los actores, durante la puesta en escena. Foto: Cortesía: Sabandijas de Palacio

En Bicéfalo, todos los personajes tienen dos cabezas: una en el presente y otra en el pasado, en lo que callan y dicen, en los secretos y actos, en las emociones y manipulación, en la rabia y cautela; se mueven y reflejan su conflicto interno con ira, timidez y también con acciones concretas como romper platos.

La propuesta teatral, que cuenta con una temporada en la Sala Xavier Villaurrutia del Centro Cultural del Bosque, se interna por un paraje abandonado, en el que se levanta No soy Marta Restaurante y Tugurio familiar, un comercio en medio de la nada, un lugar de paso solo y silencioso con una historia que toma varios vuelcos de tuerca.

Como parte del proyecto En compañía de la Compañía, de la Compañía Nacional de Teatro del INBAL, Bicéfalo es una coproducción con Sabandijas de Palacio, en la que los personajes son “adultos conscientes de su puta frustración”, que asumen las cargas de su existencia, que lidian con la muerte, la negación, la tristeza, la responsabilidad de sus actos y la verdad última.

Estamos afuera de No soy Marta Restaurante y Tugurio familiar y desde sus grandes ventanales, observamos la acción, como metiches de un pleito familiar, vemos cómo una mujer no contiene su ira al saber sobre la muerte de su hermana y cómo lidia con su sobrina adolescente de 19 años de edad (quien se encierra en un cuarto y rompe platos de una vajilla familiar) y además con un misterioso ornitólogo que tiene un don especial: leer los pensamientos de las personas al tocar las pertenencias de éstas.

Bajo esta premisa, Mariana Hartasánchez crea una historia que sube de tono, que lleva al espectador por caminos de comprensión, pero también de ternura, soledad, angustia, desanimo y de búsqueda de justicia.

A partir del choque de dos polos representados por una mujer explosiva y un hombre cohibido, Bicéfalo transita en un mundo de complicidades, de cercanía, de confianza, la cual tiene sus límites… la camaradería no es completa ni eterna, las verdades salen a la luz y las acciones deben ser tajantes ante cualquier palabra de algún charlatán.

El director español Guillermo Heras le da una atmósfera lúgubre a la escena; entre sombras y colores oscuros, para el vestuario y la utilería, mueve a los actores Mariana Hartasánchez y Antonio Rojas (acompañados por un músico en escena), quienes conviven en este restaurante en el que se sirve comida y emociones.

Ya lo dice el dicho: la venganza es un plato que se sirve frío. Y, en No soy Marta Restaurante y Tugurio familiar la mesa está servida. La pesadilla está por arrancar al graznido de un ave.

  • El dato: Bicéfalo cuenta con acompañamiento creativo y textos en off de Haydeé Boetto; y diseño de escenografía de Fernando Flores.
  • Cuándo: Hasta el 3 de abril
  • Dónde: Sala Xavier Villaurrutia del Centro Cultural del Bosque (Paseo de la Reforma y Campo Marte/Metro Auditorio)
  • Horarios: Jueves y viernes, 20:00 h, Sábado, 19:00 h, Domingo, 18:00 h
  • Localidades: $150