Agustina Galizzi, primera bailarina de la Compañía Nacional de Danza (CND), está a dos semanas de retirarse de los escenarios y aunque ha pasado por una montaña rusa de emociones —tristeza, alegría, frustración, melancolía y enojo—, sabe que es la decisión correcta. Se va satisfecha con lo que ha logrado: interpretar todo el repertorio clásico de la agrupación, salir de gira y disfrutar cada función.
Guarda con mucho cariño en su memoria los ballets Gisselle, Carmen, Manon y Romeo y Julieta, porque le gustan los roles donde no solamente tenga que lucir su técnica, sino también actuar, compartió en entrevista con La Razón.
Sabe que su retiro no significará salir del mundo de la danza, al cual llegó desde los cinco años, porque quiere impartir clases y capacitar a otros bailarines, pero no deja de ser un luto para ella.
Con todas las emociones a flor de piel, ha querido irse de manera festiva y por eso para sus funciones de despedida en el Palacio de Bellas Artes, el 28 y 30 de abril, eligió la coreografía ¡Esquina Bajan!, de Nellie Happee: “Quería irme en un ambiente muy alegre, ya para dramas es suficiente”, afirma.
Llegaste a la CND hace 22 años, estuviste en el cuerpo de baile y luego te nombraron primera bailarina, ¿cómo ha sido este camino? Fue un proceso muy largo, de mucho trabajo, disciplina, tuve apoyo siempre, desde que llegué apostaron por mí, eso me dio la fuerza para seguir. A mí lo que me interesaba era bailar, no me importaba el título. Cuando me nombraron primera bailarina fue una gran sorpresa porque no me lo esperaba, sentía que ya era grande para eso. Las miradas están sobre ti, siempre tienes que dar 120 por ciento, sí es complejo, y el bailarín se autoflagela mucho, es superautocrítico.
Pero es un esfuerzo que se materializa en el escenario… ¿Qué roles has disfrutado más? He bailado todo el repertorio clásico de la compañía, pero siempre le he tenido un gran cariño a estos grandes ballets de trama dramática como Giselle, Carmen, Romeo y Julieta, Manon. He disfrutado mucho porque es lo que más me gusta hacer: actuar y bailar al mismo tiempo.
En octubre pasado anunciaste tu retiro, ya lo habías pensado, pero, ¿cuándo dices hasta aquí llegó mi ciclo? Hace muchos años que estoy pensando en esto, aunque parezca que no es así, pero sí. Siempre imaginé que entre los 40 años más o menos me iba a retirar. Desde hace mucho empecé a despedirme de cada rol que iba bailando en el escenario. Lo decidí más que nada porque el cuerpo es sabio, a pesar de que tenemos a cierta edad una madurez artística, que ya aprendiste un montón de cosas, sabes manejarte en el escenario, tu cuerpo va haciendo lo contrario, ya no funciona igual, te cuesta más trabajo hacer las cosas. Cuando me empecé a dar cuenta de eso pensé, creo que ya me estoy acercando a este momento.
¿La crisis sanitaria lo aceleró? La pandemia fue un detonante muy fuerte, encontrarme en casa, sin tanto estrés que conllevan las funciones y el ejercicio diario, estar más cerca de mi hija, porque he hecho sacrificios en la maternidad. Fue decir: “Agustina estás satisfecha con lo que has hecho y no necesitas más”, ya lo he hecho todo.
Siempre le he tenido un gran cariño a estos grandes ballets de trama dramática como Giselle, Carmen, Romeo y Julieta, Manon, son títulos muy cargados emocionalmente
¿Qué sigue para ti? No creo que me salga de este mundo, soy bailarina de toda la vida y lo seguiré siendo, mi estilo de vida seguirá siendo el mismo, pero con niveles más bajos de estrés y ejercicio físico, disfrutar de cosas que a veces no tengo tiempo de hacer. Saliendo de la compañía todavía tengo un proyecto para bailar contemporáneo para el año que entra. Quiero empezar a dar clases de ballet, de yoga, seguir moviéndome con el cuerpo.
Decidiste decir adiós con ¡Esquina Bajan!, una pieza muy festiva… Quería irme en un ambiente muy alegre, ya para dramas es suficiente. Tengo mucho cariño por Nellie Happee, es un pequeño homenaje a la maestra y a México por todo lo que me han dado, no me parecía mejor idea que salir con ¡Esquina bajan!, es un ballet que la compañía disfruta mucho bailar, estamos en el mismo ambiente, felices, es lo que quería para mi último día.
La otra obra es Impermanente, creada para ti por Yazmín Barragán. Cuando escogí a Yazmín para que me montara una obra sabía que me iba a gustar. Es totalmente abstracta, pero recorre todas estas emociones que vivo día a día desde que anuncié mi retiro hasta el día de hoy.
No tengo dudas de la decisión que tomé, estoy muy satisfecha, por eso me voy bien y contenta, siempre quise decidirlo y que no lo decidieran por mí, eso era superimportante
¿Cuáles son todas esas emociones que has estado viviendo? De todo, me siento a veces loca durante el día, porque paso por todas las emociones habidas y por haber: alegría, tristeza, melancolía, frustración, enojo, de repente estoy feliz, extasiada, quiero que llegue ese momento, luego digo no. Nunca con un sentimiento feo o de pensar ¿qué estoy haciendo?, ¿será lo correcto o no? Al contrario, sé que la decisión es la correcta y estoy superfeliz de haberla tomado. Una vez que se baje el telón es un luto.
Ayuda saber que estás satisfecha… Sí, por eso no tengo dudas de la decisión que tomé, porque no hay algo que diga me hubiera gustado hacer esto, estoy muy satisfecha, por eso me voy bien y contenta, siempre quise decidirlo yo y que no lo decidieran por mí, eso para mí era super importante, que llegara este momento y así fue.
- Edad: 40 años
- Trayectoria: 1995 obtuvo la Medalla de Plata en el Festival del Mercado Común del Sur; ha sido invitada a bailar en galas y festivales de Argentina, Paraguay, Uruguay, Brasil, Ecuador, Chile y Estados Unidos
- Cuándo: 28 y 30 de abril
- Dónde: Palacio de Bellas Artes
- Horarios: jueves, 20:00 horas; sábado a las 13:00 y 17:00 horas