La soprano mexicana María Katzarava fue ovacionada ayer en el Palacio de Bellas Artes por su interpretación en el montaje operístico Juana sin cielo, donde destacó por su amplio dominio vocal y su histrionismo.
Katzarava, una de las voces con amplio reconocimiento mundial, dio vida a Juana I de Castilla, reina despojada del trono y encerrada durante 46 años en una finca en Tordesillas, por su padre Fernando El Católico, su esposo Felipe El hermoso y su hijo Carlos I, quienes le atribuyeron una supuesta enfermedad mental.
En un momento en que el feminismo tiene una nueva ola en México y el resto de Latinoamérica, la puesta, con libreto y música del compositor Alberto Demestres, reivindica a Juana I, apodada La loca.
Lo que significa para mí Juana sin cielo es muchísimo, desde el nivel local, actoral y emocional. Es una de las obras más difíciles que he tenido que cantar en mis 20 años de carreraMaría Katzarava<br>Soprano
Poco más de las 17:00 horas la soprano fue recibida con aplausos del público que ansiaba ver su presentación. La intérprete apareció ataviada con una bata blanca. La historia comenzó con los actos fúnebres dedicados a la monarca Juana I de Castilla, a los cuales no asistió ningún integrante de la familia real.
Juana I se ve muerta y comienza a revelar la verdad sobre cómo fue maltratada y presa por su propia familia.
En el escenario actores y el Coro del Teatro de Bellas Artes acompañaron a Katzarava para quien fue creado especialmente este montaje que además marca el inicio de las celebraciones por sus 20 años de trayectoria.
En el escenario se desplegó una estructura que simulaba el espacio donde la reina estuvo encerrada. La escenografía se ambientaba en la época en que vivió la monarca.
Durante la puesta en escena, la música ejecutada en vivo por la Orquesta del Teatro de Bellas Artes, bajo la batuta de Luis Manuel Sánchez y la voz de la soprano, llevó a los espectadores a una atmósfera en la que parecía que se introducían a la mente de la reina para sentir sus emociones.
Para mí era muy importante que Juana, una vez fallecida tiene que despojarse de todo su poder, aunque no lo haya ejercido. El que se deje llevar hacia lo que sería el paraíso”Alberto Demestres<br>Compositor
Se refleja en el montaje desde la desilusión de saber que fue traicionada por su padre, esposo e hijo, los recuerdos de los maltratos que sufrió, las voces que la atormentaban y hasta el momento en el que se reconcilia consigo misma y se da cuenta que la encerraron porque le tenían miedo.
En Juana sin cielo, ópera que se había estrenado en 2019 en Granada, España, y ahora se presenta por primera vez en México con una versión escenificada, Juana I cuenta cómo vivió su encierro, momentos en los que Katzarava deleita con su virtuosismo vocal.
Se cuenta también cómo los comuneros asediados por su hijo Carlos I intentaron liberarla para que tomara el trono y los ayudara, pero fracasaron en ese intento.
Poco a poco la monarca va entendiendo por qué a quienes amó la mantuvieron presa y así comienza a reivindicarse: “Me encierran sana diciendo está loca... No soy inferior a ustedes” es parte de lo que canta la soprano en este monólogo lírico con una hora y media de duración.
Al final del montaje Juana I de Castilla parece ir tranquila al cielo después de haber contado la realidad de su historia y reconocer lo brillante que era.
En ese momento María Katzarava fue aplaudida por los asistentes, incluso algunos se pusieron de pie para aplaudirle, entre ellos Alonso Escalante, director artístico de la Ópera de Bellas Artes.
La soprano sonreía satisfecha por el trabajo logrado, pues antes de la presentación había reconocido que Juana sin cielo suponía el papel más complejo que hasta ahora haya interpretado.
La puesta en escena todavía podrá disfrutarse en tres funciones más, los próximos 24, 26 y 29 de mayo, en la última fecha se transmitirá en vivo en redes sociales para todos aquellos que no puedan acudir a la Sala Principal del Palacio de B ellas Artes.