El escritor esloveno Boris Pahor (Trieste, 26 de agosto de 1913-Trieste, 30 de mayo de 2022), acreditado como uno de los grandes narradores del Holocausto, muere a los 108 años de edad. Escritor, sobreviviente de los campos de exterminio nazi, volcó su experiencia y recuerdos en la novela autobiográfica Necrópolis (Anagrama, España, 2010), considerada por los críticos literarios como uno de los más acertados testimonios de la tragedia judía durante la Segunda Guerra Mundial.
Única obra traducida al castellano de este autor que, de acuerdo a los estudiosos de la literatura que ha abordado la temática de aquella tragedia, está al mismo nivel de los célebres libros de Primo Levi, Elie Wiesel, Jorge Semprún o Imre Kertész.
La edición española esta precedida de un prólogo del escritor italiano Claudio Magris, quien suscribe: “Es un retrato de campo completo y al mismo tiempo conciso —nunca patético— de la vida (de la no vida, de la muerte) en el campo. Un poderoso aliento humano coexiste con una precisión aguda y fría”.
El relato entrecruza evocaciones abismales de cierta referencia dantesca con las cavilaciones del Pahor que mira el pasado y siente culpa frente a la muerte de los otros y el privilegio de su sobrevivencia. “Soy un privilegiado que desafié el horror, tengo la responsabilidad de contarlo, aunque nunca podré trasmitir todo lo terrible de esos años. Siento perplejidad por estar vivo”, diría el escritor esloveno cuando se publicó el libro.
Crónica autobiográfica valorada como una de las obras cumbre sobre el Holocausto, desde que Pahor la escribió en 1965 y durante décadas fue tan sólo conocida en su Eslovenia natal. Fue hasta principios del siglo XXI cuando se hizo conocida: primero, en Italia, donde se convirtió en un éxito editorial con altas ventas y elogios de la crítica; y después en el resto del mundo.
Escrita en esloveno, tuvo que esperar más de veinte años para ser traducida a otro idioma. Recién en 1990 fue traducida al francés. Dentro de su obra crítica destaca un estudio histórico-literario sobre Srečko Kosovel. Durante muchos años fue editor de la revista Zaliv (La bahía). En 1984 salió a la luz su correspondencia con Edvard Kocbek entre 1940 y 1980.
En 1992 recibió el máximo premio dentro de la literatura eslovena: Premio Prešeren; y más tarde fue nombrado Caballero de las Artes y las Letras por el Ministerio de Cultura de Francia. En 2007 recibió la Legión de Honor de manos del presidente de la República francesa. Fue reconocido en 2020 con el título de Caballero de la Gran Cruz de la Orden al Mérito de la República Italiana.
“Sigo vivo, mi voz está humedecida por la espuma del infierno que me empampo el alma. Aquí estoy, soy el testimonio del dolor de muchos. En Necrópolis intenté decirlo, pero todavía el eco del tedio retumba en mis párpados”, declaró Pahor en 2009, tras la muerte de su esposa, Rada Premerl, quien fue víctima del régimen fascista italiano.
JVR