En su momento los crossover representaban un inesperado sueño hecho realidad para los lectores. Luego pasaron a ser un anhelado evento posible, pero que en muy contadas ocasiones llegaba a suceder, y muchas menos a repetirse, de ahí su gran atractivo. Por desgracia, lo que empezó con la unión de personajes de distintos títulos de una misma compañía, décadas después se volvería un tanto rutinario.
Fue entonces que la respuesta a la búsqueda de revitalizar la fórmula llegó en tomar conceptos provenientes de distintos medios. Es decir, sin importar que surgieran de la pantalla chica, de la literatura, el cine, el mundo de las viñetas y similares; todo se volvió factible para colisionar.
Marvel X Fortnite es uno de los más llamativos ejemplos recientes en ese sentido. Se trata de una serie traída a México por Editorial Panini que cuenta con la participación de Donald Mustard, líder creativo de Epic Games. La historia une a representantes del emblemático universo de superhéroes y a uno de los más populares videojuegos en una nueva temporada llamada Conflicto Cero.
Por supuesto, apegándose a la tradición de este tipo de propuestas, aquí el pretexto para todo el asunto es lo de menos. La prioridad es la acción y lo insólito de los encuentros que mantienen los rasgos básicos de quienes participan. Sin embargo, esta vez la clave está en la lúcida simplicidad y efectividad de la estructura y su ejecución, que se nutre con la actual euforia por los multiversos.
Y es que el enorme flashback que presentan en la primera entrega no solo sirve para establecer los antecedentes de quienes ya han formado parte del evento previo y las circunstancias de quienes ahora lo protagonizan, sino que explica, de forma rápida y concreta, en qué consisten los elementos básicos del juego, como El Punto cero y El Bucle, así como el funcionamiento de las convenciones retomadas de las consolas.
Esto da pie a un bombardeo constante de batallas que incluyen desde Kaijus y mechas, hasta breves apariciones de clásicos entes cósmicos como Galactus. Todo con secuencias que encuentran su mejor momento en las espectaculares ilustraciones a página completa realizadas por Sergio D’avila (Conan el asesino, Black Knight: Curse of the Ebony Blade).
Los diálogos son estereotípicos pero ágiles y nunca se toman demasiado en serio, adquiriendo de tal modo cierta frescura, empezando con la sarcástica y simpática charla, al más puro estilo de los ochentas, que se desarrolla entre Wolverine con el buen Spidey y compañía, y que pone en contexto el machismo usual del irascible mutante.
Y bueno, no hay más que decir, estamos ante un producto de mero entretenimiento sin complicaciones, listo para el disfrute de los fans de ambas franquicias. Por cierto, cada edición incluye su respectivo código para canjear contenido descargable en Fortnite.
DGC