Enviada a Guanajuato, Guanajuato.-
Hace unos años, cuando la directora y coreógrafa de la compañía canadiense Cas Public, Hélène Blackburn, se encontraba en Francia comenzó a temerle a la lavandería donde se hospedaba, le daba miedo la oscuridad de aquel sitio, aunque no había ningún motivo para sentirlo. Le recordó a su infancia cuando le temía a este tipo de sitios. A partir de esa experiencia creó “The Monsters”, una pieza dancística que indaga en el miedo y los monstruos internos que llegamos a tener.
“Me di cuenta que hay sentidos como el miedo, que se van transformando, sigue y perdura durante toda la vida, esto me ayudó a tener los cimientos de la obra, trabajar con el miedo y la oscuridad”, comentó en entrevista con La Razón.
“The Monsters” se presenta en el Festival Internacional Cervantino (Cervantino 2022), el sábado 15 y domingo 16 de octubre en el Teatro Principal de Guanajuato, a las 18:00 horas. Dichas funciones, reconoció la coreógrafa, son un sueño ya siempre había anhelado ser parte de uno de los encuentros más importantes de Latinoamérica.
“Ha sido un gran honor ser parte del 50 aniversario del Cervantino, estaba en mi lista de deseos, siempre es un gran privilegio participar en festivales tan importantes. El Cervantino siempre fue un sueño desde que pensaba en América, esperé y llegó el momento, ¡qué mejor que sea en el 50 aniversario!”, comentó.
En la coreografía, que incluye juegos de luz creados por Lucie Bazzo, los bailarines evocan a los monstruos de la niñez convirtiéndose en alquimistas con el poder de iluminar la oscuridad. El ritmo, marcado por la música de la banda electrónica originaria de Montreal, Dear Criminals, desata una atmósfera donde lo conocido se convierte en lo desconocido, lo familiar se hace extraño y lo perturbador se vuelve consolador.
“Hay muchos otros aspectos, comenzamos a trabajar con esta parte del miedo conforme íbamos avanzando en el trabajo os dimos cuenta que tenemos nuestros propios monstruos. En la obra tratamos de vivir estas áreas tanto de luz como de oscuridad para jugar con la parte oscura que tenemos, aunque siempre queremos estar en la luz”, explicó.
Hélène Blackburn definió su danza como un arte de alto rigor dancístico, pero con una narrativa poética y libre.
“Hay mucha danza en una conversación muy intensa, los bailarines te expresan con su cuerpo esta urgencia de tener la necesidad de expresar con la danza, hay una parte de eso y después están las capas de luces con filtros, se ve la acción principal y secundaria
Es una combinación de un alto rigor dancístico muy intenso, se necesita ser muy valiente y ser miembro de Cas Public, por otro lado, hay una narrativa muy libre y poética, se combina toda esta intensidad de street dance”, concluyó.
FGR