A partir de una ficción en la que rodeado de velas y el aroma de la flor de cempasúchil, el pintor Diego Rivera está a punto de morir y va al panteón a buscar a Frida Kahlo para que lo ayude a cruzar el Mictlán, la ópera El último sueño de Frida y Diego muestra el lado más humano de los artistas mexicanos, desde sus inspiraciones, las pasiones que los unían, el amor profundo que le tenían a su país de origen y al arte popular, hasta sus ideales políticos.
La ópera compuesta por Gabriela Lena Frank con libreto de Nilo Cruz, el reconocido dramaturgo ganador del Pulitzer, se aleja de los clichés y el folclore con el que se suele abordar la vida de Frida y Diego, para entregar una historia que enaltece la cultura mexicana.
“Es una historia de amor, del ascenso y descenso del inframundo, de los ciclos de la vida, de la reconciliación y perdón, del amor por el arte”, detalló a La Razón Lorena Maza, mexicana a cargo de la dirección de escena de esta producción comisionada por las casas de ópera de San Diego y San Francisco.
En la ópera, Frida (mezzosoprano Guadalupe Paz) teme regresar al mundo de los vivos para ayudar a Diego (barítono Alfredo Daza); sin embargo, una Catrina (María Katzarava) funge de enlace entre el mundo de los vivos y los muertos. Logra reunirlos para que tengan un último encuentro en el que van a la Casa Azul.
El montaje, para Maza es una oportunidad para acercar a la ópera a los mexicanos y la comunidad latina.
“Todo el mundo conoce a Frida y Diego, les enorgullece ser parte de esa tradición, creo que para la Ópera de San Diego es importante tener esa representatividad en el elenco, cuya mitad es de cantantes mexicanos. Van a ver una ópera en su idioma, se verán representados en el escenario, como cultura, en su color de piel”, apuntó.
No es una biografía de Frida y Diego, es una historia de ficción, la fantasía de un último encuentro. La historia comienza el día en que Diego va a morirLorena Maza, Directora de escena
Acerca de su propuesta en la ópera que se estrena el próximo sábado, en el Civic Theatre de San Diego a las 19:30 horas, Maza quiso alejarse del folclore y no apegarse a la realidad.
“Quisimos evitar la reproducción literal de cualquier aspecto de la iconografía, de evitar esta explotación masiva de Frida y Diego a nivel comercial. Quise hacer algo muy depurado, no barroco, sí con inspiración del arte popular mexicano, pero era llegar a la esencia”, dijo la directora.
Acerca del vestuario, a cargo de Eloise Kazan, comentó que éste se inspira en lienzos de Frida y Diego. “La consigna era no reproducir algo real, sino crear nuestro propio universo, tomó elementos y los tradujo a este estilo muy depurado, generó nuevos autorretratos, futuristas, hay síntesis interesantes, con los diarios, la pintura; no dejas de reconocer los cuadros de Frida, aunque no son literalmente las obras”, resaltó Maza.
Sobre la música, destacó que se trata de composiciones muy contemporáneas. “Va de lo muy íntimo a lo espectacular, como el aria del Mictlán o el momento de la agonía de Frida, hay momentos corales muy intensos y momentos íntimos bellos”, explicó.
También oarticipan otros mexicanos: Víctor Zapatero en la iluminación; Jorge Ballina en la escenografía y Ruby Table en la coreografía. Además del director de orquesta Roberto Kalb.