Homenaje póstumo

Federico Silva, un adiós en Bellas Artes con espíritu libertario

Familiares y amigos acuden a despedirlo en el máximo recinto cultural, donde inauguraría una muestra retrospectiva; recuerdan su rebeldía y la manera en que exploró todas las técnicas en su trabajo creativo

Sus seres queridos le rindieron tributo, ayer, en el Palacio de mármol.
Sus seres queridos le rindieron tributo, ayer, en el Palacio de mármol. Foto: Eduardo Cabrera, La Razón

El escultor Federico Silva, pieza fundamental del arte contemporáneo nacional y uno de los artífices del Espacio Escultórico de la UNAM, fue despedido ayer con un homenaje póstumo de cuerpo presente en el Palacio de Bellas Artes, donde originalmente se tenía previsto que inaugurara una exposición retrospectiva en su honor; pero tras su inesperada muerte se le rindió tributo. Fue recordado por su espíritu rebelde y libertario que lo llevó a explorar todas las técnicas y experimentaciones en su trabajo creativo.

A las 19:15 horas, ingresó el ataúd con los restos del también pintor, el cual fue recibido con aplausos de amigos, colegas y funcionarios que se dieron cita. De fondo se escuchaba la música que interpretaban instrumentistas de la Orquesta Sinfónica Nacional.

Tras los aplausos, su viuda María Esther González, su hijo Federico Silva Lombardo, la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto; el titular de Cultura de Tlaxcala, Antonio Martínez; y el director del Museo de Bellas Artes, Miguel Fernández Félix, montaron la primera guardia de honor en el féretro.

El crítico y escritor Luis Ignacio Sainz Chávez señaló que una vez más Federico Silva los convocaba “de manera exótica”. El escultor falleció a los 99 años la madrugada de ayer, día en que se esperaba que acudiera al Palacio de Bellas Artes a inaugurar la exposición, Federico Silva. Lucha y fraternidad. El triunfo de la rebeldía, lo que iba a ser un acto para celebrar sus ocho décadas de trayectoria y el preámbulo del centenario de su nacimiento, se convirtió en un homenaje póstumo.

Hoy todos tenemos mucho más preguntas que respuestas, pero la certeza que tenemos es que veníamos a celebrar la creación inmensa y legado de Federico Silva independientemente del plano en el que nos acompaña...
Alejandra Frausto, Secretaria de Cultura

“Con él no se puede estar de luto, es uno de los espíritus más libres, más encomiables, más entrañables de nuestra historia plástica, es un hombre que fatigó todas las técnicas, las visitó casi hasta hartarse, fatigó los lienzos, agotó los cánones de la Escuela Mexicana de Pintura”, apuntó el crítico de arte.

Sainz Chávez resaltó que “sin mancillar ideológicamente sus piezas siempre manifestaron un espíritu crítico y una vocación de encuentro con lo colectivo, con las comunidades, es un hombre que nos hará mucha falta. En este tiempo azaroso de la pandemia y agresivo hemos perdido personajes que nos daban brújula, quizá la más señera de ella era la de Federico Silva”, indicó.

Por su parte, Alejandra Frausto compartió que el artista, antes de morir y mientras se preparaba la muestra en su honor, le confesó que todavía le hacia falta hacer una película: “Empezó a contar cómo sería esa escena de la rebeldía del arte, cómo tenía que tener un papel en la sociedad para hacer conciencia, cómo esto era un guerrero que irrumpía en una muchedumbre que estaba inconsciente, pues el guion es éste, aquí estamos siguiendo su guion a la perfección”, expresó.

Una vez más nos reúne Federico Silva
de manera exótica, no lo hace porque estemos de luto, porque con él no se puede estar de luto, es uno de los espíritus más libres, más encomiables, más entrañables de nuestra historia plástica, es un hombre que fatigó todas las técnicas, las visitó casi hasta hartarse...
Luis Ignacio Sainz Chávez, Crítico y escritor

Durante el homenaje se le cedió la palabra a su hijo Federico Silva Lombardo, sin embargo, estaba devastado y prefirió no hablar; en su lugar la nieta del artista, Natalia Silva, dio un breve mensaje en el que resaltó que su abuelo quería que la gente disfrutara de las obras que se exponen en el Palacio de Bellas Artes.

Entre las personalidades que se dieron cita en el recinto se encontraban el escultor Sebastián y el vocalista de La Gusana Ciega, Daniel Gutiérrez.

Silva fue uno de los artistas que participó en la creación del Espacio Escultórico de la UNAM (1981), una de las obras de arte público más importantes de Latinoamérica, en el Centro Cultural Universitario. En la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, en el Centro de Enseñanza de Idiomas, legó la obra Guerra florida (1996).

Fue ayudante de David Alfaro Siqueiros, quien lo invitó a colaborar en el mural Nueva Democracia, que se puede apreciar en el Palacio de Bellas Artes.

DGM