Estrenan obra el martes

Llevan el mito de Quetzalcóatl a la danza Butoh

Los bailarines Ichihara Akihito y Espartaco Martínez presentan un montaje en el que exploran las raíces mexicanas y japonesas; “el butoh es como un viaje de búsqueda, es hallar lo común”, afirma a <i>La Razón</i>

El bailarín japonés, durante un montaje.
El bailarín japonés, durante un montaje. Foto: Cortesía Ichihara Akihito

Para el bailarín de la compañía Sankai Juku, Ichihara Akihito, la danza butoh es el lugar donde está en una constante búsqueda de su raíz, “es como un viaje donde se busca lo común a pesar de las diferencias en la humanidad”. Precisamente eso es lo que hace en la pieza Spiral Quetzalcóatl, en la cual junto con el intérprete mexicano Espartaco Martínez, explora la cultura japonesa y la de nuestro país, a partir del dios de la Serpiente Emplumada, una de las deidades más representativas de la mitología prehispánica.

“No tuve miedo ni vi como diferente el tema de Quetzalcóatl, sino que tuve acercamiento, empatía y curiosidad. Desde hace mucho me gustan las mitologías de diversos países, ya había visitado Teotihuacan, me interesaba mucho la cultura prehispánica, del México profundo y también este país fue la primera nación donde hice una gira mundial como Sankai Juku, ya tenía mucha curiosidad; entonces, cuando Espartaco me propuso el tema de Quetzalcóatl, me conmovió mucho, es algo que quería hacer”, compartió Ichihara Akihito, en entrevista con La Razón.

El bailarín aseguró que, si bien el mito de Quetzalcóatl es distinto a la cultura japonesa, lo sintió tan cercano a la danza butoh, porque ésta se basa en imágenes de la naturaleza como el aire, el agua, los árboles e incluso muchos tipos de animales.

“En el proceso creativo quiero ir encontrando los puntos comunes y a través de eso, de hallar puntos en común entre nosotros como bailarines y entre México y Japón encontrar la universalidad… Por ejemplo, en la Biblia, la serpiente es algo malo, pero Quetzalcóatl es un dios en México y en la mitología japonesa hay dioses de serpientes, es algo en común y bonito”, resaltó Akinito, quien el pasado mes de octubre se presentó en el Festival Internacional Cervantino con la compañía Sankai Juku, creada en 1975 y dirigida por Ushio Amagatsu.

Al artista le entusiasma volver a tierra azteca porque es uno de los países en los que hay un gran interés por la danza butoh y muestra de ello fue la participación de Sankai Juku en el Cervantino, donde la agrupación fue ampliamente aplaudida. Presenta Spiral Quetzalcóatl el próximo martes 18 de abril en el Teatro de la Danza Guillermina Bravo, del Centro Cultural del Bosque, en la Ciudad de México.

En busca de las raíces

Indagan en la cosmovisión prehispánica.
Indagan en la cosmovisión prehispánica.
El butoh se relaciona con la naturaleza.
El butoh se relaciona con la naturaleza.

“México es uno de los países donde hay mucha pasión por el butoh, esto me da mucho gusto. Voy a tener muchos intercambios, a través de estos encuentros quiero ir desarrollando más, es un honor estar aquí y tener mucha amistad con los mexicanos… quiero tener una amistad profunda y larga aquí, no sólo este año”, apuntó el también coreógrafo.

En lo anterior coincidió el bailarín mexicano Espartaco Martínez para quien la danza butoh ha sido fundamental para explorar sus raíces.

“El butoh a mí me ha permitido buscar mi raíz que no sé cual es, porque no soy totalmente indígena, ni soy europeo; no sólo a mí me pasa sino a muchos mexicanos. El butoh a muchos bailarines en nuestro país les está permitiendo hablar de un tipo de decodificaciones o de algo que es más profundo que tener un canon preestablecido. Para mí es como estar en familia”, contó.

Martínez recordó que su primer acercamiento con el butoh fue un día que estaba en el Museo Nacional de Antropología, donde se presentó un performance y quedó maravillado porque era algo inclasificable, no era ni danza ni teatro, sino diferente. Después vio unas fotografías de Paulina Lavista, quien retrató al grupo Sankai Juku en Teotihuacan, y quedó completamente fascinado.

“Estaban en esas fotos estos bailarines que no estaban moviéndose exactamente, sólo caminaban, esa foto no parecía arte contemporáneo, sino una imagen salida de National Geographic, parecía una foto de otra planeta, como los espíritus de Teotihuacan que habían aparecido”, rememoró.

Spiral Quetzalcóatl

  • Cuándo: 18 de abril
  • Dónde: Teatro de la Danza Guillermina Bravo, del CCB
  • Horario: 20:00 horas
  • Costo: entrada libre