A cien años del asesinato de Francisco Villa, figura crucial de la Revolución Mexicana, “todavía encontramos mucha historiografía relacionada con que se le ama o se le odia, no hay punto intermedio”, aseguró a La Razón la historiadora y nieta del general, Guadalupe Villa, quien en 40 años de estudio sobre su abuelo ha encontrado que la “leyenda negra” que aún perdura sobre el caudillo la construyeron sus enemigos.
“Me parece y, tengo 40 años de estar estudiando al personaje, que la leyenda negra que se fue construyendo en su entorno fue a partir de enemigos. Algo que le pesó mucho a Villa fue que los periódicos repitieran hechos que no eran verdaderos, eran difamatorios”, dijo la nieta de Francisco Villa, quien fue ultimado el 20 de julio de 1923 en Parral, Chihuahua.
En este centenario luctuoso del Centauro del Norte, la especialista llama a no juzgar lo ocurrido en la Revolución Mexicana ni la personalidad de Villa con la mirada del presente. El Centauro del Norte en ciertos momentos de su vida fue blanco de críticas debido a su carácter violento, autoritario, intolerante y machista.
Yo invito a las personas a que se quiten esa idea del Villa violador, del bandido. Porque al final de cuentas en una Revolución hay muerte, en una guerra son todos contra todos… Claro que tiene claroscuros como todo ser humanoCarlos Méndez Villa, Historiador
“Algo que tenemos que tener en cuenta es que no podemos juzgar una Revolución que pasó hace más de 100 años con los ojos y estándares que tenemos ahora. No existían los derechos humanos y las mujeres eran controladas por los machos, nos guste o no. Además, en una guerra se va a matar o a que lo maten”, comentó Guadalupe Villa.
En la actualidad, Pancho Villa, nacido bajo el nombre de Doroteo Arango, sigue siendo objeto de diversos estudios. La discusión historiográfica a su alrededor parece nunca cesar, constantemente se reinventa para ser considerado un revolucionario acérrimo o en ocasiones, un bandido despiadado, sin tomar en cuenta la complejidad de una figura multifacética histórica, que en la actualidad expertos como Javier Garciadiego piden mirar no de una manera maniqueista, de luz o sombra, sino completa, aceptando los claroscuros.
“Lo que se tiene que aceptar no es el ‘o’ sino el ‘y’. El problema es una conjunción copulativa, no es que Villa haya sido un revolucionario o bandolero; fue un revolucionario y bandolero. Lo que tenemos que definir es que Villa como todo personaje histórico tuvo diferentes etapas biográficas”, apuntó en entrevista con este diario Garciadiego, quien ha centrado su estudio en la Revolución Mexicana.
Para el director de la Academia Mexicana de la Historia, una de las etapas biográficas más importantes de Francisco Villa fue la Revolución y el papel que jugó en este movimiento armado.
El llamado Centauro del Norte contribuyó con su ejército al triunfo de la Revolución, en seis meses logró expulsar a Porfirio Díaz del poder y del país.
“Una de esas etapas biográficas es claramente la de un revolucionario importantísimo, no podemos entender el triunfo de la Revolución sin varias aportaciones de Villa”, apuntó el historiador Garciadiego.
Poco a poco Villa ha ido recuperando su lugar no solamente como un personaje histórico, a él se le debe el triunfo de la Revolución sin duda. La batalla de Zacatecas fue definitivaGuadalupe Villa, Historiadora y nieta de Pancho Villa
Para entender al Villa revolucionario es necesario saber su pasado de bandolero. “Toda esa etapa de bandido es lo que lo llevó a conocer los caminos y a la gente. Aunque no le podemos llamar el Robin Hood mexicano, no robaba al rico para darle al pobre”, comentó a La Razón Carlos Méndez Villa, historiador originario de Chihuahua, quien ha estudiado los sucesos alrededor del personaje y de la División del Norte.
Antes de apoyar la Revolución, andaba a salto de mata, pues era un bandolero que burlaba la ley.
“Invito a las personas a que se quiten esa idea del Villa violador, del bandido. Porque al final de cuentas en una Revolución hay muerte, en una guerra son todos contra todos… Claro que tiene claroscuros como todo ser humano”, añadió.
Villa Méndez reconoció que al día de hoy el general sigue generando toda una serie de discusiones, principalmente en el norte del país, donde en algunos sectores no se vio con buenos ojos que el 2023 se nombrara “Año de Francisco Villa”.
Lo que se tiene que aceptar no es el ‘o’ sino el ‘y’. El problema es una conjunción copulativa, no es que haya sido un revolucionario o bandolero; fue un revolucionario y bandoleroJavier Garciadiego, Director de la Academia Mexicana de Historia
“Villa sigue vigente, no pierde vigencia, podrían tirarle, pero sigue presente. Es un tema bastante complejo, por allá en el centro sur del país no hay tanta controversia, pero en el norte todavía levanta pasiones. En el estado (Chihuahua) yo me enteré de varias personas que dijeron: ¿Cómo puede ser posible que se le atribuya el año de Francisco Villa a un bandido? y mucha gente al contrario celebramos que al general se le haya dado el año de 2023.”
Parte de la evolución o cambio que ha habido entorno al Centauro del Norte, su nieta lo atribuye a que “Villa va cambiando, va evolucionando para bien. Los seres humanos no permanecemos estáticos y podemos cambiar para bien o para mal; cambió para bien, no es el mismo en 1910 que en 1920. Es un hombre que fue aprendiendo a lo largo de esos años, que se fue puliendo”.
Sobre porqué Villa es una figura que sigue en el imaginario del mexicano, Garciadiego explicó que el caudillo representa a un sector popular del país. “Representa a un México dinámico, más a este sector popular de mexicanos o de origen mexicano-chicano que viven en el sur de Estados Unidos, todos estos mexicanos de sector popular que habitan en las ciudades de Tijuana, de Ciudad Juárez de Matamoros, porque es ‘El vengador’ frente a Estados Unidos”, aseveró Javier Garciadiego.
La presencia de Villa también continúa aún hoy gracias a que expresiones como los corridos se ha rescatado su legado.
“Lo quisieron apartar, pero el pueblo lo rescata a través de los corridos, a través de las películas, a través de tantas manifestaciones; porque Villa encarna la voz del pueblo. Los oprimidos están con Villa y se identifican con él, la oligarquía es la que lo rechaza, lo deja de lado”, reflexionó Carlos Villa Méndez.
A 100 años de la muerte de Villa, la manera en que fue asesinado sigue siendo objeto de hipótesis, de las cuales Garciadiego destaca dos: la de Friederich Katz, que apunta que fue un crimen de Estado y la de Chihuahua en la que afirma que personas de la clase media revolucionaria financia a nueve tiradores para matar al caudillo.
“Están dos versiones, la local y la nacional. Como siempre propongo hay que combinarlo”, concluyó el historiador.
- Nació: 5 de junio de 1878, en Durango
- Trayectoria: en 1910 se incorporó a la revolución maderista y fue uno de los dirigentes más respetados del movimiento