Sixto Rodríguez, poeta del folk y del rock, falleció ayer a los 81 años de edad. Expertos comparan su talento al de Bob Dylan, al de Elvis Presley o al de The Rolling Stones. Pero, ¿quién demonios fue?
De padres mexicanos inmigrantes, Rodríguez fue el sexto hijo (de ahí viene su nombre) de un matrimonio que llegó sin documentos para laborar en las fábricas de Detroit, en una zona muy marginada. Sixto se ganaba la vida como albañil, construyendo techos y tocando en un oscuro bar al lado del muelle de esa ciudad estadounidense, donde fue descubierto por quienes le produjeron dos álbumes: Cold Fact, en 1970 y Coming from Reality, en 1971.
Sin embargo, el poco entusiasmo que provocó y las bajas ventas —se dice que fueron seis copias— hicieron que la disquera lo despidiera en 1975, dos semanas antes de Navidad, justo como en su canción “Cause”, que escribiera años atrás. Así que renunció a su sueño de convertirse en músico.
Pero su historia musical no quedó ahí. La vida de Sixto es tan fascinante como poco probable: sin que hasta la fecha se sepa cómo, una de esas escasas copias que vendió fue a parar a Sudáfrica. A falta de álbum original los jóvenes empezaron a hacer grabaciones y a pasarse entre ellos las copias.
En Sudáfrica, un país aislado culturalmente y donde ni televisión se permitía en los hogares por considerarse “comunista”, su música cayó como un remanso de libertad y pronto se convirtió en el símbolo de una generación que luchaba contra el racismo y la autocensura, una influencia para los grupos musicales que cantaban contra el apartheid… ¡y Rodríguez, ni enterado!
Fue gracias a que dos expertos en música comenzaron a buscarlo. Intrigados porque poco se sabía de él y se decía que se había suicidado. Tras hallarlo y enterarse que era todo un rockstar venerado, Rodríguez tuvo la oportunidad de la revancha y como su música ya se había extendido a Australia y Nueva Zelanda, comenzó a hacer giras.
Emotivas y poderosas, así son las letras del llamado “Sugar Man” —por una de sus canciones más famosas—, en ellas se refleja la miseria urbana, la marginalización de la ciudad donde creció, Detroit; sus historias, inspiración para su música, el “probar el odio de la calle del ahorcado”, el besar el suelo y sus miserias, pero, al mismo tiempo poder salir de ahí.
Y ¿por qué Rodríguez no fue un éxito musical en Estados Unidos? En 2012, el director sueco Malik Bendjelloul realizó un documental sobre Sixto Rodríguez, Buscando a Sugar Man. Ahí, Steve Rowland, uno de los productores de su tercer disco se sigue preguntando: “¿Por qué no triunfó?, ¿era demasiado pobre?, ¿demasiado político?”.
El largometraje tuvo un triunfo arrollador, ganó diversos premios entre los que se cuentan un Oscar en 2013 a Mejor Documental, lo que llevó a Rodríguez a un renacimiento, a tomar nuevos bríos en otros países de otros continentes y hasta llegó a recibir un honoris causa de la Universidad de Detroit por la filosofía de sus letras.
El músico que no sabía que lo era trascendió a otro plano con uno de sus sueños cumplidos.
- Nació: 10 de julio de 1942, Detroit, Estados Unidos
- Trayectoria: grabó dos discos en los años 70, fueron reeditados en Sudáfrica en 1991; en 2012 se estrenó el documental Searching for Sugar Man.