Fernando Botero creó la obra “El pájaro” como un símbolo de paz; sin embargo, un grupo terrorista eligió esa escultura monumental para detonar 10 kilos de dinamita el 10 de junio de 1995, en Medellín, Colombia, dejando un saldo de 23 muertos y alrededor de 200 heridos.
La pieza ubicada en el Parque San Antonio, en el centro de Medellín quedó semidestruida y Fernando Botero estuvo muy afectado por los asesinatos. Además de condenar el ataque.
Fue por esas fechas que Botero dedicó gran parte de su quehacer artístico a reflejar la violencia que se vivía en Colombia.
“Mi papá siempre ha sostenido que el objetivo del arte es producir placer; pero también es cierto que llegó un momento de su producción artística que sintió la necesidad de hacer un paréntesis, cuando dedicó varios años de su vida a pintar la violencia en Colombia”, contó hace unos años a La Razón Lina Botero .
Ese fatídico 10 de junio se celebraba el evento Cartegena Contigo, había música y puestos; pero todo terminó en tragedia.
Al inicio se creía que el atentado lo había hecho el cártel de Cali, pues recientemente habían detenido al capo Gilberto Rodríguez Orejuela; pero, después un grupo llamado Coordinadora Guerrilería Simón Bolívar se atribuyó el ataque , pero las FARC desmitieron tal versión.
Botero, quien en esas fechas se encontraba en Italia, lamentó los hechos y pidió que la obra dañada se quedara, ahora bajo el nombre de Pájaro herido, como un símbolo de la violencia que aquejaba a su país.