El pintor Fernando Botero, quien falleció este viernes, dedicó varias de sus obras a su hijo Pedrito, una de las más famosas es la pieza “Pedrito a caballo”. Su hijo falleció en un trágico accidente a los cuatro años.
En 1994, cuando Botero viajaba en España un camión impactó su carro y en el accidente perdió la vida Pedrito. El artista resultó herido y durante meses no pudo pintar.
Cuando mejoró su salud, Fernando Botero se encerró en París y se dedicó a pintar a Pedrito. Para el artista la pérdida de su hijo fue una herida que nunca sanó.
“Cada vez que hablo de Pedrito me arranco a llorar; han pasado muchísimos años de ese incidente; y sin embargo, para mí las heridas siguen abiertas, para mi papá también”, contó Lina Botero en entrevista con La Razón, durante una visita que hizo en la Ciudad de México para presentar un documental dedicado a su padre.
“Pedrito a caballo” es la primera obra que le dediò y actualmente se encuentra en el Museo de Antoquia.
“La pintura, además de presentar al niño en un caballo de juguete, muestra en los ángulos inferiores dos dolorosas escenas: la del padre viendo a su hijo muerto, y la de los padres de luto en la casa vacía”, destaca el museo.
En “Pedrito a Caballo” se ve al niño montando un caballo de juguete y al lado, en una casita se ve a Botero con los brazos abiertos, sin poder abrazarlo.