Obra se presenta en el FIC

Poesía de David Huerta inspira a Adriana Castaños para crear Fisuras

La directora de la compañía Producciones La Lágrima comparte a La Razón que la pieza la pensó a partir de que el fallecido autor le regaló el libro Homenaje a la línea recta; “lo que sostiene a la danza son los bailarines”, dice

Intérpretes, en una función en la Sala Miguel Covarrubias de la UNAM. Foto: Danza UNAM y FIC

La coreógrafa Adriana Castaños, referente de la danza contemporánea mexicana, recibió como obsequio de parte de David Huerta el libro Homenaje a la línea recta, obra que fue el detonante para crear Fisuras (de la serie Diagramas de flujo) en el que converge la poesía del fallecido autor, las esculturas de Gunther Gerzso y una búsqueda creativa de la directora de Producciones La Lágrima, buscó las coordenadas precisas que la sacaran de su zona de confort.

“En ese tiempo los dos éramos tutores del programa Jóvenes Creadores del Fonca, durante tres años nos estuvimos viendo cada cierto tiempo, hicimos muy buena amistad, estuvimos compartiendo ideas artísticas.

“Me regaló ese libro y se conjuntaron ciertas coincidencias, en esa misma época Alberto Cruz Prieto me obsequió el disco de Déco, una música que en mis cabales no usaría nunca, muy romántica que es peligrosísimo usar en escena, para mí en lo personal, porque se vuelve amelcochado, pero dije aquí está hecho, veamos qué pasa”, compartió a La Razón Adriana Castaños, quien en 2014 fue galardonada con la Medalla Bellas Artes.

En Fisuras (de la serie Diagramas de flujo), la coreógrafa implementó una metodología derivada de las matemáticas: a partir de la definición de algoritmo los bailarines generan un número limitado de movimientos que son manipulados en distintas combinaciones, tiempos y espacios. En esta ocasión la presenta con un elenco diferente.

“Fisuras sentí que era de los bailarines, es una obra que disfruto y no me preocupo, los bailarines, a pesar de que no es el elenco que trabajó en las coordenadas originales de la creación de la pieza, se la apropian totalmente, es una coreografía que nos habla mucho como grupo y profesionales de la escena”, detalló.

Contó que David Huerta estuvo al tanto de la obra; sin embargo, nunca la pudo ver completa, sólo algunos videos que le mandó la coreógrafa.

Para Castaños esta puesta en escena que estrenaron en 2018 y ahora remontan para presentarla en el Festival Internacional Cervantino, los próximos 19 y 20 de octubre, ha significado una nueva etapa como coreógrafa, cuando la concibió había dejado de bailar en los escenarios.

Antiguo elenco de la puesta en escena, en 2018. ı Foto: Danza UNAM y FIC

“Ya me había salido de bailar, ya estaba dirigiendo, y se siente horrible, porque no sabes lo que está pasando adentro, es otra posición, la metodología estaba desarrollada para que yo no me parara a demostrar nada, para que lo que surgiera fuera de los poemas de Huerta, que fuéramos fieles a la metodología.

“Fue un proceso totalmente distinto a los que había hecho antes; de alguna manera después de Fisuras lo he adoptado en otras piezas, me gusta que el lenguaje que se vaya generando no sea mi lenguaje sino la propuesta de los intérpretes”, aseguró Castaños, quien desde finales de los años 80 ha realizado una destacada labor para la creación, docencia y difusión de la danza en Sonora.

La danza es como un clan

La coreógrafa Adriana Castaños, quien dirige Producciones La Lágrima y fue fundadora del grupo Antares, habló de cómo concibe la danza y qué lugar tienen los bailarines en la escena.

“Me gusta de la danza que el trabajo es un colectivo, es un clan que trabaja en equipo, para mí no hay otra manera de hacer coreografía, son microcosmos sociales donde aprendemos también de las relaciones humanas, de la vida, de nuestro propio arte”, apuntó y agregó que “los bailarines son los que sostienen la danza”.

  • Cuándo: 19 y 20 de octubre
  • Dónde: Teatro Cervantes, Guanajuato
  • Horarios: 17:00 horas