Sexto libro de cuentos

Carlos Velázquez afina el lapicero en El menonita Zen

Con este compendio inaugura la biblioteca que lleva su nombre en editorial Océano, que consiste en la reedición de toda su obra; “presento a personajes acechados por la angustia, el desdén, el fracaso y la traición”, comparte el autor en entrevista con La Razón

Carlos Velázquez afina el lapicero en El menonita Zen.
Carlos Velázquez afina el lapicero en El menonita Zen. Foto: Especial

Carlos Velázquez (Torreón, 1978), narrador, cronista y columnista inaugura la Biblioteca Carlos Velázquez de editorial Océano con El menonita zen (2023), su regreso a las rutas del cuento a través de siete historias donde transcurren gestos de criaturas extravagantes imbuidos en afanes de insaciables misericordias. Una joven pasada de copas que busca sexo con hombres obesos, un menonita explorando en los códigos de la meditación, un hombre que se convierte en payaso después de que el hermano le quita a su mujer o los avatares del ejecutivo de una disquera asediado por la decepción...: bitácora de extrañezas suscritas en una prosa instigadora y temeraria desde singular prosodia.

“Este libro es muy importante en mi trayectoria, inicio un cambio, camino por otras rutas con la editorial Océano de México que reeditará toda mi obra en la colección Biblioteca Carlos Velázquez que, precisamente inicia con éste, mi sexto cuaderno de relatos. Presento a personajes acechados por la angustia, el desdén, el fracaso y la traición. Los ubico en situaciones paradójicas y los enfrento a excesivas circunstancias, me siento bien dialogando con ellos”, comentó en entrevista con La Razón Carlos Velázquez, columnista del suplemento El Cultural de este diario y también autor de Cuco Sánchez blues (2004), La Biblia Vaquera, La marrana negra de la literatura rosa (2010), La efeba salvaje (2017) y Despachador de pollo frito (2019).

¿Historias que develan franjas habitadas por seres que desertan de lo habitual? Sí, los personajes de estos relatos encarnan extrañezas, son incapaces de transitar por las coordenadas de lo ordinario. Mi escritura se sumerge en esos espacios desconcertantes en que residen criaturas que han elegido vivir de otra manera.

¿Gestos suscritos en profusiones, en excesos? Creo que todos los cuentos de este libro están empalmados con sombras, desconciertos, fracasos, traiciones. Sí, son criaturas adictas a los excesos que se regodean en las inmundicias. Kendra, protagonista del cuento “La fitness montacerdos” se despierta al lado de un gordo y clama: “Me doy asco, me doy puto asco”.

¿Leemos a un narrador que ha acrecentado su mirada sobre situaciones paradójicas? No soy el narrador de Cuco Sánchez blues o de La Biblia Vaquera, he afinado el lapicero. Sigo explorando el habla norteña quizás con un resultado más minucioso y refinado. Tengo obsesión por hechos inusitados que transitan disfrazados como naturales. He aguzado mi sentido de la ironía.

¿También ha afilado el sentido del humor? La risa siempre ha estado en todas las acciones de mi vida. Me inicié como lector con José Agustín y aprendí que la escritura debe tener cercanía con el humor. Me he divertido mucho escribiendo estos cuentos: me propongo contaminar al lector del gozo que experimenté en el proceso de la escritura.

¿Tramas alejadas de lecciones moralistas? Huyo de los juicios de valores. Mis personajes no son ni buenos ni malos. Pongo sus acciones frente a los lectores, quienes decidirán juzgarlos o no.

¿Realismo sucio o codificaciones de crueldades? Ninguna huella de realismo sucio. Me interesa que los personajes crezcan y, asimismo, se desmoronen. En estas tramas la dureza toma la rienda de algunos cuentos como sucede en “El código del payaso”: el narrador enfrenta a los dos hermanos en situaciones límites que toman la senda hacia lo funesto. Sí, hay una dosis de impiedad y sevicia en este volumen integrado por momentos atroces y violentos.

El menonita Zen
El menonita Zen ı Foto: larazondemexico
  • Autor: Carlos Velázquez
  • Género: Cuento
  • Editorial: Océano, 2023