¿Qué tanto les beneficia?

Bailarines ven logros, pero también grandes retos en seguridad social

Las coreógrafas Claudia Lavista y Laura Rocha aplauden la iniciativa impulsada por la Secretaría de Cultura y el IMSS; esperan sea el inicio para mejorar condiciones laborales; para artistas recién egresados se complica el panorama

Bailarinas de Barro Rojo, durante la función de No me voy. Foto: Cortesía Emilio Sabín

Coreógrafas y bailarinas como Claudia Lavista, Laura Rocha y Paulina Juárez ven como un primer avance la iniciativa impulsada por la Secretaría de Cultura y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para dar seguridad a agentes culturales independientes, que en enero próximo comenzará a implementarse. Sin embargo, también hay grandes retos: bajos salarios en el gremio, pagos atrasados y lesiones que ameritan servicios de salud de emergencia.

“Decidí incorporarme, porque no tengo ningún sistema de aseguradora, sólo un seguro privado. Me parece que es muy importante, creo que es una deuda que tenía el Gobierno con los artistas. Es un primer paso, lo aplaudo, ojalá que sea el inicio de mejores condiciones laborales para el trabajo”, dijo a este diario Claudia Lavista, codirectora de Delfos Danza Contemporánea.

En este proyecto piloto, la Secretaría de Cultura lanzó una convocatoria para que agentes culturales se afilien y tengan un respaldo de la institución los seis primeros meses

en que entre en vigor este sistema, después tendrán que hacer sus propias aportaciones, de acuerdo con Marina Núñez Bespalova, subdirectora de Desarrollo Cultural.

“Aún no hemos publicado la lista de beneficiarios, porque lo hace el IMSS, lo hará antes de que termine el año, porque el beneficio comienza en enero. Vamos a ver cómo funciona a partir del próximo año”, comentó en el encuentro con medios el martes al ser consultada por La Razón.

Si bien hay beneficios, porque quienes entren a este esquema de seguridad social podrán acceder a servicios médicos, hospitalarios, farmacéuticos, atención obstétrica, así como prestaciones como incapacidades, pensiones y fondo para el retiro, para quienes son recién egresados, dependen de becas o reciben pagos que suelen atrasarse, el panorama luce un tanto complejo por las aportaciones que tendrán que hacer una vez que finalicen los seis meses de apoyo que brinda la dependencia.

Considero que es un logro y que, tomando en cuenta los costos mensuales, bajo los servicios médicos es un acierto. Yo tengo un seguro de gastos mayores y la compañía a mí me da un gasto por accidentes…
Henry Torres, Codirector de Lux Boreal

La contribución que realicen se determinará según las cuotas establecidas por el IMSS, considerando el ingreso salarial y la ocupación declarados. Para bailarines y coreógrafos, clasificados como profesionistas independientes en el grupo de técnicos en ciencias sociales, humanistas y artes, el pago mínimo mensual no puede ser inferior a $6,430. Este

cálculo se basa en el salario mínimo diario vigente en la zona geográfica del domicilio, multiplicado por los días del mes de enero de 2024.

En consecuencia, si un bailarín o coreógrafo percibe mensualmente entre 6,500 y 7,000 pesos por clases de danza y ensayos de funciones, el pago mensual correspondiente debería ser de $1,512. Es decir, una retribución diaria de $209.68 y una prima de seguro de riesgos de trabajo equivalente a 0.54355.

En diversas entrevistas realizadas por La Razón a bailarinas y bailarines, se determinó que un profesional de la danza consolidado en la Ciudad de México puede ganar mensualmente entre siete y 10 mil pesos sólo dando clases de danza, con tarifas por clase que oscilan entre 350 y 600 pesos, mientras que los intérpretes recién egresados o aquellos que aún no han logrado establecerse profesionalmente pueden percibir menos de cinco mil pesos al mes, ofreciendo entre 1 y 2 clases al día semanalmente.

En este primer programa piloto se busca beneficiar a 20 mil agentes culturales, incluyendo a profesionales de la danza. Sin embargo, según datos de la Secretaría de Economía, durante el segundo trimestre de 2023, la fuerza laboral de bailarines y coreógrafos en el país fue de nueve mil personas, cifra que representa sólo la mitad de los agentes que se tiene previsto afiliar.

De acuerdo con la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, se pretende la mayor cobertura e incluso se contemplaron aspectos como las lesiones que sufren un bailarín o actor.

“No es diferenciado si eres un cronista o si eres una bailarina, el programa que diseñamos incluye todo, la parte de la rehabilitación, las personas que usan el cuerpo para actuar, para bailar, que pueden tener un mayor riesgo donde más gastan es en la rehabilitación si hubo alguna lesión”, comentó el martes pasado.

Sin embargo, este panorama es complicado, ya que en caso de urgencia para tratar una lesión derivada de ensayos o funciones, la atención podría verse mermada, esperarían semanas o incluso meses para recibir atención especializada.

Ante este panorama, Laura Rocha, directora de Barro Rojo, apuntó que le parece “un paso importante” y la abogada y bailarina de esa misma compañía, Paulina Juárez, también lo vio como un primer avance.

Con información de Adriana Góchez