Ganador del Premio Nacional de Artes

Claudio Valdés Kuri: el teatro mexicano es muy poderoso

El director destaca en entrevista con La Razón que las producciones que se hacen en el país cuentan con gran imaginación y calidad; comparte que actualmente trabaja en dos obras de largo aliento: La fábula del todo y una en la que rendirá homenaje a la fallecida música Magda Zalles

Claudio Valdés Kuri posa para La Razón, después de la entrevista. Foto: Pascual Borzelli Iglesias

El director y dramaturgo Claudio Valdés Kuri, recién galardonado con el Premio Nacional de Artes y Literatura, se ha entregado totalmente al teatro y es en escena, trabajando, donde le gustaría que le llegue el final de la vida. Es un artista que siempre trata de sortear cualquier obstáculo y la prueba más contundente de eso es la compañía que fundó hace 25 años, Teatro de Ciertos Habitantes. En esta entrevista con La Razón habla del poder que ve en el teatro hecho en México, de sus procesos creativos que pueden durar hasta 20 años y de dos proyectos en los que trabaja actualmente, La fábula del todo y un homenaje escénico para Magda Zalles, con quien fundó el grupo Ars Nova.

El Premio Nacional de Artes y Literatura te llega el año en que celebraron los 25 años de Teatro de Ciertos Habitantes, es como la cereza del pastel. Es un gran broche de oro y en momentos en que decimos seguimos o no, porque luego hay momentos bien difíciles. Un premio es un buen empujón de energía, un momento de efervescencia que tiene que aprovechar uno para seguir adelante, es una confirmación de una trayectoria, que permite convocar, eso me parece lo más importante, abre puertas.

Siempre digo que especialmente quienes hacemos teatro escribimos en el aire, siento que nuestro trabajo es susurrar al oído, no es como una escultura. Ayer me decían en unas fotos, “estás en las esculturas de Tamayo”, quien también recibió un premio, pero queda aquí, lo nuestro es totalmente efímero. Mi arte sí está escrito en el aire, pero qué interesante cómo lo sutil también puede ocupar un lugar importante en el quehacer de una nación, esto que queda en el espectador, que lo transforma, es tan grande como una escultura. La catarsis que genera el teatro, es de una fuerza comparable con el mármol de una escultura.

Para mí el teatro ahorita es un servicio absoluto, porque me ha servido esta nación, me ha dado teatros, compañeros, ideas, historia, familia, no me queda más que por pura correspondencia. Me encantaría que me agarre trabajando el final de esta vida
Claudio Valdés Kuri, Director de teatro y dramaturgo

El teatro también ha sido un lugar donde te has abierto a otras disciplinas, como la danza y la música. ¿Cómo ha sido este proceso? Mi información fue siempre multidisciplinaria sin planearlo, desde muy niño entré a una academia de música donde se hizo un grupo de teatro, ahí estuve casi dos décadas. La convivencia de la música, del teatro y del movimiento siempre estuvieron juntos. En mis investigaciones que, básicamente son teatro de laboratorio, parto mucho del movimiento, gran parte del trabajo es a partir del movimiento, entro a través del cuerpo del intérprete, sí hay mucha exigencia física y luego ya empieza la exigencia en todos los órdenes; por supuesto, intelectual, musical e interior y personal, eso tiene mucho que ver con el teatro que hago, hay mucha indagación interior.

¿Qué te ha interesado propiamente del movimiento? Tanto el teatro, la música como el movimiento tienen la misma importancia para mí, pero los actores o los intérpretes muchas veces no saben qué texto van a hacer, ha habido momentos que pasan seis meses y luego se enteran qué estamos haciendo, porque el efecto de la espontaneidad es muy importante, saco los temas de la obra que vamos a hacer, hago un decantado, se trabajan en conjunto sin preconcepción, se van haciendo muchos descubrimientos, son procesos que llevan mucho tiempo.

El director de teatro, al lado de la escultura El Caballito, el pasado miércoles.

Hay obras que te han llevado dos décadas… La vida es sueño (de Pedro Calderón de la Barca) fueron 20 años desde que me dijo mi maestro hazla; ésta última, Del mago al loco, una revelación del tarot —que se remonta en febrero y marzo de este 2024 en el Museo de San Carlos— fueron 20 años de estudio del tarot hasta que consideré que tenía una dignidad de cargo, de decir, “sí tengo solvencia para hablar de esto”. Mi primera obra (Becket o el honor de Dios) también me tardó 13 años, he producido muy poco para la cantidad de años que vengo trabajando, pero las obras sí son de larga gestación y largo aliento, perviven por mucho tiempo.

¿Actualmente estás trabajando en algún proyecto de tan largo aliento? Siempre tengo un proyecto que está ahí trabajándose, hay dos que me entusiasman muchísimo, uno que se estrena el año que entra (2024), que se llama La fábula del todo, es una obra que habla sobre ciencia y conciencia, básicamente es una obra que su enunciado es “La mente determina la materia y no al revés”; es para jóvenes. Ha sido un trabajo de investigación científica junto con Mónica Hoth. Nos pusimos a estudiar sobre ciencia, ha sido un largo camino de entender algunas cosas: biología, física cuántica, neurociencia y astronomía.

Lo que se ha producido en México es de una imaginación, una calidad, un poder gigantesco en términos teatrales, no hablemos de música, de cine, de escultura y arquitectura
Claudio Valdés Kuri, Director de teatro y dramaturgo

Y hay otro proyecto, del que no he hablado con nadie, es un homenaje a Magda Zalles. Yo tenía un grupo de música antigua en el cual estuve 15 años, lo fundé con ella, Mario Iván Martínez, Guadalupe Gómez, luego fue Lourdes Ambriz. Magda, esta maravillosa directora y música que dio a México muchísimo, murió hace unos años y por efectos pandémicos no se hizo nada, pasó de noche, de alguna manera retomo algo de la vida del grupo Ars Nova y hago este gran homenaje, en eso estoy muy entusiasmado, va a ser escénico, es una producción que se está cocinando.

¿De qué manera una compañía como la de ustedes hace un balance entre estos procesos que llevan tiempo y lo económico, tomando en cuenta que el teatro muchas veces no tiene los suficientes apoyos? No tenemos los apoyos que se tienen en Europa, en algunos países, no tenemos esas condiciones, pero tenemos otras, la primera importantísima es la voluntad de los creadores, existe una comunidad muy dispuesta, eso lo he visto desde el día uno, la gente está dispuesta con o sin dinero. Hay muchos proyectos en los que no hay dinero, y no importa, sobre todo lo que tiene que ver con educación y transmisión de conocimiento a las nuevas generaciones, nunca hay dinero.

El también dramaturgo, durante la sesión de fotos en el interior y exterior del Palacio de Bellas Artes.

No es la condición ideal, lo mejor es que la gente pueda vivir de lo que trabaja, pero tampoco estamos desaforados, hay mucha voluntad de funcionarios, cocreadores, hay programas. Sí hay apoyo a la cultura, y podría haber más, porque en este país hay mucho dinero, como en todos, pero se dispone para cosas distintas, ojalá regrese con más. Nos toca que entre el sector privado, que es muy indiferente a la creación artística del país, no hay una idea filantrópica, es indispensable que convivan el sector privado y el gubernamental.

Para las artes escénicas la filantropía se complica más… Algo como escribir en el aire, que es lo sutil del teatro, está difícil que le inviertas tanto, a menos que tenga un impacto masivo, pero el impacto en el espectador del buen teatro es una marca para el resto de la vida, estoy convencido que la gente que tiene una experiencia estética de artes escénicas la pide el resto de su vida y lo transforma, siento que es un arte absolutamente transformador, pertinente y muy poderoso en este momento.

¿En qué otro lugar la gente se queda callada y sin celular?, en el cine ya no, como espectador ya me acostumbré a ni siquiera pedir al otro que apague su pantalla o se calle, pero en el teatro pedimos esa atención. Es un espacio sagrado, de estar íntimamente contigo
Claudio Valdés Kuri, Director de teatro y dramaturgo

¿En qué otro lugar la gente se queda callada y sin celular?, porque en el cine ya no, como espectador ya me acostumbré a ni siquiera pedir al otro que apague su pantalla o se calle de tanto que abunda, pero todavía en el teatro pedimos esa mínima atención. Es un espacio sagrado, de estar íntimamente contigo, entonces lo siento muy poderoso, porque pienso que la transformación social no es por masas, es por grupos.

A nivel creativo y estético, ¿qué destacas del teatro que se hace en México? Estuve en la curaduría de la Muestra Nacional de Teatro, dos cosas nos llamaron la atención: que no hay gente mayor, son muy jóvenes los que están haciendo teatro, la media es 35 años, la gente mayor ha abandonado el quehacer y estoy seguro que no por gusto, es por cuestiones económicas; de las 350 aplicaciones que llegaron, más de la mitad eran monólogos, por una necesidad económica, no es porque quieran trabajar solos.

El también dramaturgo, durante la sesión de fotos en el interior y exterior del Palacio de Bellas Artes.

Sin embargo, es un teatro de gran búsqueda, de mucha experimentación, hay mucha experimentación con la forma, es padrísimo lo que ocurre en México. Hay gente que está buscando formas de lo más curiosas, y siento que lo que ocurre en el caso no sólo mexicano, sino latinoamericano, es que el teatro en un gran sector es una herramienta para decir cosas que se tienen que decir, la comunidad teatral está hablando puras necesidades, cuando se junta con la artesanía, con un oficio bueno, talentoso, bien hecho, es una bomba. Puede ser muy poderoso el teatro mexicano.

En nuestro país impera el caos, puedes hacer lo que se te dé la gana en escena, es cierto, antes había censura, actualmente puedes hablar de lo que quieras y hacer en escena lo que quieras. Lo que se ha producido en México es de una imaginación, una calidad, un poder gigantesco en términos teatrales, no hablemos de música, de cine, de escultura y arquitectura.

¿Qué le transmites a los jóvenes? Que no vean límites, porque si los ves están ahí concedidos, si necesitas para un coro y orquesta no lo pierdas, síguelo. Cuando inicié mi carrera dije “no está lo que quiero, pero voy a llegar ahí y voy a crear las condiciones”, no tuve ni tantita duda, años después vinieron dudas y complicaciones de que mi mente decía: “si está bien difícil, los europeos ya no están consumiendo, ya se están cerrando puertas, esto está muy mal”, concedido.

Lo mismo que la obra de teatro Del mago al loco, la mente determina la materia, claro, sin perder el piso, hay que prepararse, trabajar. Nos han preparado en el esfuerzo y puede más un pensamiento claro que el esfuerzo de días si mi mente está clara, es como digo en la obra: “Aprende la concentración sin esfuerzo”, estoy convencido que hace uno más en el tapete de yoga que yendo y viniendo; luego dice “convierte el trabajo en juego”, el niño no trabaja, juega, pero con qué concentración, por último, “haz que todo yugo aceptado y que toda la carga que lleves te resulte ligera”, es lo que dice el mago, si recomendara algo es eso, transformar el trabajo en juego. Es ese lugar donde no ves las horas pasar.

El también dramaturgo, durante la sesión de fotos en el interior y exterior del Palacio de Bellas Artes.

¿Cómo te ves en el futuro en el teatro? Me he cuestionado si seguiría haciendo teatro o no, porque si lo que tengo que decir es en un aula, y se trata de expandir conciencia, lo puedes hacer platicando, pero si la gente nos escucha, si tenemos esta plataforma que es la compañía, si realmente quieres colaborar en esta transformación, no veo necesidad de irme, al contrario, adquiere mucho más responsabilidad.

El premio me agarra en una edad para seguir trabajando mucho, pero con una muy gustosa responsabilidad, es como terminar la carrera, es el querer y el deber juntos, mi querer es hacer teatro y mi deber es retomar lo que me ha dado, pura correspondencia. Para mí el teatro ahorita es un servicio absoluto, porque me ha servido esta nación, me ha dado teatros, compañeros, ideas, historia, familia, no me queda más que por pura correspondencia, seguir así el resto de mi vida. Me encantaría como Molière, me encantaría que me agarre trabajando el final de esta vida.

  • Trayectoria: es fundador y director de la compañía Teatro de Ciertos Habitantes; sus creaciones se han presentado en más de 200 ciudades de los cinco continentes; ha coproducido obras en el Festival Internacional de Edimburgo, en el Theater Der Wlet y el Wiener Festwochen
  • Obras: Becket o el honor de Dios, De Monstruos y prodigios: la historia de los Castrati, El Automóvil Gris, ¿Dónde estaré esta noche? y El Gallo, por mencionar algunas