El Museo Franz Mayer presenta por primera vez en México la exposición Thom Mayne: interconexiones amplificadas, que abrió ayer al público e incluye 75 obras hechas entre 1984 y 2020 por el arquitecto estadounidense ganador del premio Pritzker en 2005 y fundador del estudio Morphosis, un referente de la arquitectura de Los Ángeles, California.
La muestra está conformada por esculturas impresas en 3D, dibujos, bocetos, planos y maquetas, así como dibujos tridimensionales o drawdels, donde la exploración se cruza con el lenguaje del arquitecto. Además, se muestra una parte de la conceptualización y ejecución de diversos proyectos, entre los que se encuentran el Parque Deportivo de Pekín, China, donde la arquitectura y la naturaleza están estrechamente relacionadas.
En la exposición, Thom Mayne muestra una faceta más personal e íntima con respecto a lo que hace con Morphosis, bajo la premisa de que la arquitectura no reside únicamente en un edificio o un espacio construido, sino en las ideas que vienen del espíritu humano como el caos, el error o el accidente, así como los conceptos y procesos que llevan a su materialización.
“Cuando trabajas en este mundo abstracto no tienes todas esas demandas que te pide el trabajo arquitectónico, sobre todo esas necesidades más tradicionales. Haces de lado todas estas formalidades arquitectónicas porque necesitas esa libertad. Todo se vuelve pragmático, es un proceso como el que hace cualquier pintor o escultor”, dijo en conferencia de prensa.
Thom Mayne explicó que las piezas que conforman la exposición han sido hechas de manera digital, ya que no se pueden dibujar, y externó su opinión acerca del uso de la tecnología en sus obras.
“Yo pertenezco a esta vieja escuela en donde me enseñaron a dibujar; esta transición hacia el arte digital se hizo a finales de los años 90, ahora hemos vivido tres décadas en el mundo digital y todos los arquitectos jóvenes que forman mi equipo hacen dibujos como si fueran niños de cinco años”, dijo.
“Las piezas que van a ver en la exposición han sido todas hechas de manera digital, no las puedes dibujar. Ahora es algo que lo hace directamente una máquina, un trabajo totalmente transicional que se está moviendo en un mundo tridimensional. Con el mundo digital, las computadoras han transformado totalmente las oportunidades que tienen los arquitectos”, comentó.
El arquitecto estadounidense indicó que es consciente de que las piezas que conforman esta exposición son muy abstractas y, por ende, muy personales, dando oportunidad al público de asomarse a su mundo interior y conocer un proceso privado.
“Las piezas que conforman esta exposición son muy abstractas, muy personales. Si un estudiante de arquitectura o un arquitecto joven observa estas piezas, pues obviamente son piezas que están mucho más relacionadas con la arquitectura de inicios del siglo XX. Cualquier persona que no esté familiarizada con la arquitectura las va a ver y encontrará obras abstractas”, afirmó.
Al ser cuestionado acerca de si la arquitectura tiene algún límite, aseguró que éste no existe, sino que son los topes que cada quien se establezca a nivel personal para restringir el arte de la edificación. “Tener el control te lleva a lugares obvios, perder el control te lleva a explorar”, concluyó.
- Cuándo: De martes a domingo, de 10:00 a 17:00 horas, hasta el 30 de junio del 2024.
- Dónde: Museo Franz Mayer, av. Hidalgo 45, Centro Histórico, CDMX.
- Costo: $100 admisión general. Martes entrada libre.