Recibirá homenaje en Bellas Artes

Gladiola Orozco comparte en la danza su pasión por el ser humano

La bailarina, coreógrafa y docente ve en la educación artística un compromiso, principalmente con los más jóvenes; “seguiré en esto mientras mi corazón palpite y baile”, dice a La Razón

La bailarina, coreógrafa y docente Gladiola Orozco, retratada en su casa el pasado lunes.
La bailarina, coreógrafa y docente Gladiola Orozco, retratada en su casa el pasado lunes. Foto: Pascual Borzelli Iglesias

Más de siete décadas dedicadas a la danza serán honradas el próximo sábado en el Palacio de Bellas Artes, donde la bailarina y coreógrafa Gladiola Orozco, uno de los pilares de esta disciplina en México, recibirá un homenaje por su trayectoria, en la cual la pasión y el desarrollo de esta disciplina con un enfoque más social y colectivo han sido una constante que pemitió que más personas se acercaran a este arte.

La también maestra abrió las puertas de su casa a La Razón para expresar su agradecimiento por esta iniciativa para honrarla, pues fue en el Instituto Nacional de Bellas Artes donde ella “nació” como bailarina y coreógrafa, y comenzó a escribir su propia historia dentro de la creación artística.

“Ha sido un honor para mí, una felicidad, haber puesto mi primer pie de ahí. Tanta atención me llena de felicidad, pero al mismo tiempo siento como una despedida de estos sueños, de esta utopía, de que, a través de la educación, a través del arte, nuestras sociedades van más lejos. No dudo en que seguiré en esto mientras mi corazón palpite o mi corazón baile”, expresó con la satisfacción que tienen quienes han dedicado toda su vida a hacer aquello

que les da felicidad.

Y es que, para Gladiola Orozco, la educación artística es una “necesidad vital”. Compartir conocimientos, experiencia, vida, tiempo ha sido una constante en su carrera y lo ha hecho de manera generosa porque desde el principio ha puesto por delante a las y los otros

y su desarrollo.

“Mi obligación y mi necesidad de dar, enseñar y trabajar fue siempre mi leitmotiv; o sea, me felicitan por lo que trabajé, por lo que logré, por la enseñanza que pude proporcionar y yo pienso que, nada, fue mi tarea, mi gusto y hasta se puede decir con letras grandes, mi pasión. Probablemente mi pasión es el arte, la cultura, la danza, pero, antes que nada, mi pasión es el ser humano”, señaló la creadora de obras como Ícaro.

Y es que más allá de la danza, el compromiso de la maestra Gladiola Orozco ha sido con la formación de nuevas generaciones, actividad que ha sido el complemento perfecto para su interés de “servir al prójimo”.

“Afortunadamente, encontré que el arte, la danza, era un medio que me permitió hacer esa labor y vivir mi pasión. Cuando uno llega a apasionarse, a enamorarse, a comprometerse con un ideal como la educación a través del arte, no alcanzan los días ni las horas ni los años. Eso ha sido mi vida y sigo enamorada del prójimo, sigo enamorada de los jóvenes que estudian y que si no estudian he tratado siempre de lograr que se enamoren de algo más que lo cotidiano y superficial, siempre hay posibilidades de sembrar”, manifestó.

Gladiola Orozco es una mujer sencilla. Reconoce que jamás ha pensado en los premios ni en las distinciones, porque todos tenemos un deber y un gusto; en su caso ambos los eligió ella, por lo que no ha esperado nada más que ver el crecimiento de cada uno de sus educandos.

“Ése es el mejor regalo que pude haber tenido en mi vida, de ver que de alguna manera se ha sembrado algo a favor de la vida, del amor a la vida, del amor a sus semejantes, de un compromiso de vida, eso creo que lo he tratado de inculcar”, manifestó.

La coreógrafa recordó que la vocación formativa se remonta hasta el año de 1947, cuando por decreto presidencial del entonces presidente de México, Miguel Alemán Valdés, se creó el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, siendo el compositor Carlos Chávez su primer director general.

También rememoró los tiempos cuando con su compañía de danza, Ballet Teatro del Espacio, y el apoyo de la Secretaría de Educación Pública asistía a las escuelas primarias y secundarias del país a presentarse, aunque los escenarios distaban mucho de ser los de Bellas Artes o los teatros pues hacían “milagros para improvisar”.

“Hubo veces donde quedó hundido el camión en medio de una calle, que no era más que lodo, pero logramos hacer muchas presentaciones y sumado a mi pasión por estar cerca de los jóvenes, de los niños, de su educación, fue fundamental. He sido apasionada y fanática puede ser, pero sería más pasión que fanatismo, pasión para ir con cordura haciendo el desarrollo día con día”, declaró la bailarina.

Sobre el tributo en el Palacio de Bellas Artes, la maestra reiteró su agradecimiento y aplaudió este tipo de iniciativas, principalmente por el hecho de que se realicen más eventos culturales y sean abiertos al público.

“Me voy a reír un poco de que me bailen el sábado, seré feliz de verlos bailar y muy ancha yo, muy orgullosa de que me bailen, entonces les agradezco con todo mi corazón”, concluyó con humor y una sutil sonrisa Gladiola Orozco, quien el próximo 9 de octubre cumplirá 90 años.

  • Cuándo: Sábado 16 de marzo, 18:30 horas
  • Dónde: Palacio de Bellas Artes, Sala Principal
  • Costo: Entrada libre, cupo limitado