Hasta la fecha, para la reconstrucción de los tres mil 269 inmuebles afectados por los sismos de hace casi siete años, se han destinado más de 10 mil millones de pesos de tres fuentes, el seguro que tenía contratado el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), los recursos del extinto Fondo de Desastres Naturales (que luego fue sustituido por partidas del Presupuesto de Egresos de la Federación a través de carteras de inversión) y del Programa Nacional de Reconstrucción. Arturo Balandrano aseguró que se ejecutaron diversos mecanismos para garantizar la transparencia de los recursos que se han ejercido.
“Tenemos una Ley de Obra Pública Federal muy estricta, en otras administraciones todo mundo se la pasaba por el arco del triunfo, hemos hecho un esfuerzo para cumplir con la ley. Cada adjudicación contractual a las empresas y especialistas en restauración que han colaborado se ha hecho con los procedimientos de adjudicación que marca la ley”, afirmó el director general de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural.
Adicionalmente, abundó, se han hecho auditorías desde el primer año de la reconstrucción de esta administración y se realizan verificaciones en las que participa la propia comunidad donde se encuentran los inmuebles afectados por los terremotos, para hacer contrapesos.
“Tenemos además reuniones de verificación constantes, permanentes, cada 15 días con los equipos de cada entidad federativa; también hemos establecido los protocolos de contraloría social, cada inversión en cada templo, en cada inmueble, ha requerido del órgano ejecutor, ya sea el INAH, seamos nosotros, la dirección general de Sitios o el Gobierno del estado o algún Gobierno municipal, al cual le damos los recursos para la realización de las obras y se establece un comité de contraloría social formado por ciudadanos interesados en el desarrollo de la obra, para tener un contrapeso en las decisiones que se toman y que permita verificar que la obra lleva buen ritmo, que está usando materiales de buena calidad y que se está realizando con la calidad prevista, todos esos elementos que no se han utilizado en el pasado, nos han permitido tener estas garantías”, afirmó.
En esta última etapa de la rehabilitación de edificaciones, desde 2023 hasta lo que va de 2024 se asignaron tres mil 200 millones de pesos para terminar los 926 inmuebles que estaban pendientes, con esos recursos ya han culminado más de 600 y están por entregar menos de 200, para éstos últimos se destinarán 220 millones de pesos, detalló Arturo Balandrano.