El poeta, ensayista y director del Instituto Cervantes, Luis García Montero (España, 1958), recibió la noticia de que fue galardonado ayer con el Premio Internacional Carlos Fuentes a la Creación Literaria 2024 a través de las escritoras Rosa Montero y Elena Poniatowska, quienes fueron miembros del jurado. Enseguida la emoción lo desbordó, porque para él es una distinción significativa por la admiración que siente por el autor de Aura y por la cercanía que tiene con México, compartió a La Razón desde España.
“Me ha emocionado mucho cuando ellas me han dicho que me habían concedido el premio, que para mí es importante por varios motivos, en primer lugar porque lleva el nombre de Carlos Fuentes, un escritor que he admirado, tanto en sus novelas como en sus reflexiones sobre la literatura, sobre el Cervantes, el territorio de La Mancha.
“Segundo, porque es un galardón que da la cultura mexicana, un país al que me siento muy unido, desde hace muchos años mi labor como poeta ha estado relacionada con poetas mexicanos: Tuve la suerte de ganar el Premio Loewe, Octavio Paz escribió unas palabras sobre mí y después fue mi relación con José Emilio Pacheco y Eduardo Elizalde, hasta llegar a los más jóvenes, María Baranda, Marco Antonio Campos, Sandra Lorenzano, ha sido una relación muy estrecha”, dijo el autor de El jardín extranjero y Habitaciones separadas.
El jurado del reconocimiento, integrado también por Beatriz Espejo, Élmer Mendoza y Fernando Fernández, distinguió a Luis García Montero por “su extraordinaria capacidad de convertir la vivencia individual en una experiencia colectiva, así como por la belleza, finura y precisión de su lenguaje”.
Al respecto, el autor de la novela Alguien dice tu nombre compartió que en su poesía ha apostado por usar el lenguaje de todos de una manera personal.
“La apuesta que más me ha interesado es la de intentar utilizar el lenguaje de todos de una manera personal, no crearme un lenguaje raro, poético en sí mismo, sino buscando un sentido lírico a las palabras que nos unen. Intento hacer de la poesía una manera de conocimiento mío, pero en la conciencia de que no se trata de una confesión o un desahogo para hablar biográficamente, sino que el poema tiene que trascenderlo para comenzar a hablar de la condición humana, de los valores del ser humano, es por ejemplo, poder representar en la condición humana el sentimiento del amor y de la muerte”, explicó.
En su más reciente poemario, por ejemplo, Un año y tres meses (Tusquets, 2022), Luis García Montero entregó conmovedores versos que escribió a raíz de la pérdida de su mujer, la novelista Almudena Grandes, en éstos evoca a la enfermedad y la emoción de lo vivido. Vuelve a usar el lenguaje de todos para hablar de la condición humana.
“Era un dolor muy fuerte que no sabía cómo expresar en poesía, y cuando me he convencido de que ese libro había hecho bien en escribirlo, ha sido cuando se me ha acercado la gente para decir, ‘perdí a mi marido, a mi mujer, a un hijo, a una madre, y en la reflexión que ha hecho sobre la muerte usted, le da palabras a los sentimientos y al vacío que yo tenía’, creo que ésa es la labor del poeta, interpretar honestamente su propia realidad, pero no en un discurso autobiográfico, sino trascendiéndolo hasta la condición humana”, expresó.
En el tiempo en el que escribió esos poemas él mismo se buscó en la poesía, si algo considera es que ésta siempre aporta. “Le pedí a la poesía que me ayudase a encontrar respuestas a las preguntas más difíciles que hace la vida y que me habían dejado en el vacío, sin encontrarle un sentido a la vida, le pregunté a la poesía qué significa la muerte y de qué manera se pueden encontrar salidas, eso me ayudó a salir del pozo de dolor en el que estaba, porque empecé a meditar sobre la condición humana, somos seres mortales y en ese sentido, entre otras cosas, llegué también a la posibilidad de celebrar que si la muerte es un vacío, la vida me había permitido compartir mi amor, mi existencia durante 30 años con una persona que me había hecho feliz, entonces, pude compensar el dolor que sentía con la alegría de haber conocido el amor y la felicidad, creo que eso es un valor importante”, indicó.
Para Luis García Montero, la poesía también tiene otros aportes: “Me parece importante que la poesía enseñe a preguntarnos sobre nuestro propio yo, porque ahora hay poderosísimos vientos que arrastran a las personas casi siempre a los discursos del odio, vivimos en un tiempo de mucha prisa, un tiempo que se ha convertido en mercancía de usar y tirar, y la poesía es calma para meditar”, concluyó el director del Instituto Cervantes, quien recibirá el equivalente a 125 mil dólares estadounidenses, un diploma y una escultura diseñada por el fallecido artista Vicente Rojo.