Presenta Tembló acá un delirio

Ana Gallardo ve en el arte una “herramienta de sanación”

La creadora muestra 20 años de producción en el MUAC; están presentes el duelo y las heridas de la violencia de género; cuenta cómo resignificó algunas obras de su madre

Estudio I para la restauración de un perfil, 2020. Still de video.
Estudio I para la restauración de un perfil, 2020. Still de video. Foto: Cortesía MUAC

La creadora argentina Ana Gallardo está interesada en el proceso de sanción que encuentra en el arte, por eso en su obra están presentes el duelo, las heridas de la violencia de género y la vejez, encontrando herramientas para reparar y darle una revancha al sistema patriarcal.

“El arte sobre todo es testimonial, un proceso de transformación. La práctica artística es una herramienta política, de venganza, me encanta la venganza. Es un proceso de revancha absoluto con la edad”, dijo a La Razón Ana Gallardo, quien a partir del próximo 10 de agosto en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC) expone Tembló acá un delirio, que reúne 20 años de producción, incluidas algunas pinturas de su madre que fueron restauradas por la artista y réplicas en cerámica de los lienzos, hechas por su hija.

Durante la pandemia, Ana Gallardo se encontró las cartas que su madre le escribía a su padre durante su noviazgo. Carmen Gómez Raba, madre de Ana, tuvo una vida condicionada por la educación católica y el machismo de la época, por lo que no se le permitió ser pintora.

“En esa carta descubro qué tipo de vida soñaba ella. Realmente sus sueños eran como los míos. Yo cumplo sus sueños”, comentó la creadora.

Por enseñanza de un joven restaurador, Ana Gallardo supo que la saliva es útil en el proceso de limpieza de los cuadros, así que comenzó el saneamiento de las pinturas hechas por su madre, retomando un sueño común: el arte.

No he tenido otro interés en mi vida que hablar de la violencia de género y mi herramienta ha sido el arte
Ana Gallardo, Artista

“Decidí limpiar solamente los cuadros de mi madre con mi saliva. Durante casi cuatro años conseguí las siete pinturas, desde la pandemia hasta ahora. Tenían tierra, y yo me iba sacando tierra de la boca, iba apareciendo el color, el gesto de la materia. Me pareció un gesto muy poderoso. Dejé las pinturas como estaban. No las restauré, dejé los tajos, la pintura caída, todo”, explicó sobre el proceso.

Sus vivencias se reflejan en su trabajo, pasó de pintar mujeres embarazadas hasta el tema de la vejez con el proyecto Escuela de envejecer, que desarrolló con sus amistades cuando la menopausia llegó a su cuerpo y al darse cuenta de que el momento no sólo marca el fin de la menstruación, sino además el fin de su vida útil para el capital.

“Escuela de envejecer reflexiona sobre el trabajo, los oficios, el deseo, los otros saberes, cómo aprendemos y eso fue con mi propio proceso de envejecer, cuando entendí que si no hacía algo me iba a quedar afuera de todo y no estaba dispuesta. Armé mi comunidad de viejas, empecé a hacerme de amigas”, compartió Gallardo.

La artista externó que explorar cómo se envejece desde una mirada femenina es una declaración de “guerra” contra lo que el patriarcado dicta.

La artista explicó que para lo que el patriarcado significa “que ya no tengo olor a fertilidad”, ella ve una “liberación”. Y reconoció que “ahora las mujeres hablamos de la menopausia. En mi época, cuando vi a la ginecóloga, me dijo que estaba atrofiada, está cambiando”, dijo.

  • Cuándo: del 10 de agosto al 15 de diciembre
  • Dónde: Sala 9 del MUAC (av. Insurgentes Sur 3000, Centro Cultural Universitario de la UNAM)
  • Horarios: miércoles a domingo de 11:00 a 18:00 horas
  • Costo: $40 (público general), domingos (descuento general de 50%)