Primera vez en México

Peeping Tom trae su danza de riesgos

La directora Gabriela Carrizo dice a La Razón que en el movimiento encuentran belleza y poesía; presenta Diptych: The Missing Door, The Lost Room

Los intérpretes, durante una de las escenas del montaje.
Los intérpretes, durante una de las escenas del montaje. Foto: Especial

La célebre compañía belga Peeping Tom Dance trae por primera vez a México y América Latina sus riesgos dancísticos en los que el movimiento de virtuosos bailarines se transforma en imágenes poéticas, bellas y al mismo tiempo crueles para abordar temas tan profundos como la muerte, el amor, el tiempo, la ausencia o las relaciones de pareja.

El debut en nuestro país, los días 16 y 17 de agosto en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, es con el espectáculo Diptych: The Missing Door, The Lost Room, dos obras en las que mediante los lenguajes de la danza y el teatro físico se indaga sobre las relaciones entre dos personas cuando una de las partes está ausente, un hecho que los lleva a un laberinto en el que están en una búsqueda continúa en la cual hay miedos, suspenso y el instante previo a una muerte.

“Lo que nos inquietaba eran los momentos donde en las relaciones, de repente, una de las personas está ausente, se dan estos malentendidos. Había una búsqueda de pensar en las relaciones, nos detenemos en una relación cuando los tiempos no concuerdan”, explicó en entrevista con La Razón Gabriela Carrizo, quien, junto con Franck Chartier, dirige la compañía Peeping Tom Dance.

En el escenario, el público verá un vestíbulo en el que, en una especie de set cinematográfico, los bailarines y actores nos llevarán por las emociones laberínticas de los personajes, reflejadas en aquellas puertas de salida que van buscando para encontrar su destino.

“Cuestiones metafísicas del amor, la muerte, la pérdida, el duelo, son temas recurrentes en Peeping Tom. Los personajes están en una especie de encierro, en una búsqueda interior y laberíntica, en el sentido de estos tiempos que se bifurcan”, dijo ayer la directora en conferencia de prensa sobre el montaje con coreografía de Franck Chartier.

Como compañía uno siempre está en la búsqueda, si bien hay cosas que hacen parte ya intrínsecas de nuestra forma de trabajar o de ver las cosas, la cuestión es la búsqueda constante y el riesgo, cada creación es no saber nada
Gabriela Carrizo, Codirectora de Peeping Tom

En la puesta en escena, los espectadores también serán testigos de las exploraciones en las que la compañía ha centrado sus creaciones, las cuales se han caracterizado por experimentar qué ocurre con un cuerpo cuando pasa por un sentimiento contradictorio o cuando un movimiento surgido en lo más cotidiano se extiende y hace que el cuerpo reaccione de diferente manera. Además de conjugar lo cinematográfico, pictórico e incluso lo fotográfico.

“Técnicamente, a nivel de virtuosidad física, muchas cosas surgen de lo más simple, la dificultad técnica y física es muy grande, y por eso hay cuestiones físicas que uno dice: ‘No tiene huesos, son tan flexibles’, hay ese tipo de trabajo, un desafío de la gravedad. Sin embargo, esas dificultades técnicas tienen su raíz en lo que le sucede a esos cuerpos. No es simplemente movimiento por movimiento, se llega a una esencia específica”, comentó Gabriela Carrizo a La Razón.

De tal manera que los asistentes verán qué ocurre físicamente y sensorialmente con los intérpretes cuando llegan a abrir una puerta, por ejemplo.

“Es ampliar ese momento que puede ser doloroso, íntimo, para sentirlo, para transformar, ahí es donde está la belleza, la poesía”, expresó sobre el espectáculo que también tendrá el humor negro que ha caracterizado a la compañía Peeping Tom,

El humor, en esta ocasión será el vehículo para representar “lo absurdo de la vida”, concluyó la directora de la compañía, cuyas obras son aclamadas por su impactante narrativa visual y emocional que muchas veces desafía a la imaginación.

  • Cuándo: 16 y 17 de agosto
  • Dónde: Teatro de la Ciudad Esperanza Iris (Donceles 36, Centro Histórico, CDMX)
  • Horarios: viernes, 20:00 horas y sábado, 19:00 horas
  • Localidades: $300 a $900