Por primera vez llegan a México nueve obras de grandes maestros del posimpresionismo de la Colección Pearlman, desde Vincent van Gogh, Amedeo Modigliani, Édouard Manet, Edgar Degas, Henri de Toulouse-Lautrec, Pierre-Auguste Renoir y hasta Paul Cézanne, entre otros, para dialogar con piezas de mexicanos como Diego Rivera, José Clemente Orozco, Dr. Atl y Joaquín Clausell, por mencionar algunos.
Los cuadros forman parte de la exposición Diálogos de vanguardia. La colección Pearlman en el Munal, que se inauguró ayer por la noche en el Museo Nacional de Arte de la Ciudad de México y que inicia con Después del baño (Mujer secándose), de Edgar Degas.
Dicha pieza se encuentra junto a Desnudo de mujer sentada, de Manuel Rodríguez Lozano. A través de ambas, que tienen en común la figura de un cuerpo femenino desnudo, se pueden apreciar las influencias que tuvieron las vanguardias europeas en los artistas mexicanos, como se aprecia en el resto de la exhibición.
“El objetivo principal es el diálogo entre una latitud y otra. Europa y México conviven, no solamente como verán en las salas con una afinidad iconográfica, por similitudes de muchas de las obras, sino también por grandes simbolismos que ocultan estas piezas, motivos estéticos, sensibilidades afines, el gran contexto de aquella Belle Époque, donde el influjo europeo, la moda, la gastronomía, el influjo artístico literario, cultural llegaron para quedarse”, dijo el director del Munal y curador de la muestra Héctor Palhares.
Detalló que las gestiones para la exposición demoraron cuatro años y apenas el jueves pasado en la madrugada llegaron las obras al museo para la muestra que, en su primer día, atrajo a un nutrido número de visitantes que hicieron una fila que rodeaba la explanada exterior del recinto.
La muestra, que estará abierta hasta el 12 de enero de 2025, se conforma de 17 piezas, de las cuales ocho son del acervo artístico del Munal y nueve son de la Colección Pearlman. Con los colores vibrantes característicos de Vincent van Gogh, resalta la obra Diligencia tarascona, en la que el artista tomó como referencia la novela Tartarín de Tarascón de Alphonse Daudet y retrató dos carrozas. Es el óleo que mayor protección tiene, a diferencia del resto, se colocó en el piso un tubo para impedir que los visitantes se acerquen de más.
Se encuentra Jean Cocteau, de Modigliani, en la que el artista retrató al poeta y dramaturgo con una forma estilizada. La pieza está al lado de Retrato de Adolfo Best Maugard, del muralista Diego Rivera, de la época en la que se instaló en París.
Mientras que el cuadro Monte Sainte-Victoire, de Paul Cézanne, en el que se aprecian las pinceladas paralelas conocidas como “trazo constructivo”, está en diálogo con La nube, de Dr. Atl.
Asimismo, se encuentra una de las poco exploradas naturalezas muertas de Camille Pissarro, uno de los maestros impresionistas más influyentes; además de Mesalina, de Henri de Toulouse-Lautrec. Ésta última destacando por la manera en la que el artista capturó el efecto de las luces de gas que se usaban en los teatros de aquella época y que en artistas como José Clemente Orozco.
Para Daniel Pearlman, dueño del acervo y nieto de los coleccionistas Henry y Rose, la muestra es una manera de seguir teniendo puentes a través del arte.
“Hoy es la primera vez que estas obras se ven (en México). Podemos ver diferencias, influencias, no podemos ver muros, sino encuentros”, resaltó.
Diálogos de vanguardia…
- Cuándo: hasta el 12 de enero de 2025
- Dónde: Museo Nacional de Arte
- Horarios: martes a domingo de 10:00 a 18:00 horas
- Costo: $90 general
