En un esfuerzo por recuperar parte del 90% de las especies que han poblado la Tierra y que hoy en día están extintas, la ciencia se embarca en un proceso innovador y emocionante: la desextinción. Este proceso comienza con la recopi- lación de muestras de ADN de las especies extintas. Luego, mediante una técnica conocida como transferencia nuclear, los investigadores implantan esta secuencia en un óvulo tomado de una especie viva estrechamente relacionada y de la que se ha eliminado el ADN original. Dentro de las especies que se quieren resucitar son: mamut lanudo (Mammuthus primigenius), el dodo (Raphus cucullatus), el tigre de Tasmania o tilacino (Thylacinus cynocephalus), los uros (Bos primigenius) y el quagga (Equus quagga quagga). La importancia de este proceso radica en que, si se logra, representaría un hito importante en la historia de la ciencia y contribuiría a recuperar parte de ese 90% de especies extintas. Además, estos animales revividos podrían contribuir en un futuro a la naturaleza con sus funciones esenciales, lo que tendría un impacto positivo en el equilibrio ecológico.