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Reconocido como uno de los pioneros de México en crear un enfoque musical que combina la electroacústica y las nuevas tecnologías, la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes recibió a Rodrigo Sigal, ganador de la Medalla Bellas Artes 2024 en la disciplina de Música. La presea fue entregada la tarde del martes por Lucina Jiménez, directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura.
Confirmando su compromiso con la educación, la investigación y la música, y a su vez con la descentralización de éstas, el galardonado fue co-fundador de la Licenciatura en Música y Tecnología Artística en la Escuela Nacional de Estudios Superiores, Morelia de la Universidad Nacional Autónoma de México.
“Siempre ha buscado involucrarse en esos contextos donde las culturas se van manifestando de otra forma y en donde es posible convertir a las llamadas periferias en lugares centrales para la generación de un diálogo internacional que coloca México en una condición de innovación y de calidad artística en el campo de la música, la cultura sonora y su vínculo con la tecnología”, comentó la titular del INBAL frente a los amigos y familiares de Sigal.
Por su parte, Alejandro Escuer, flautista y amigo del compositor, destacó que “el otorgamiento de la Medalla de las Bellas Artes a Rodrigo Sigal constituye no solamente un merecido reconocimiento a su trabajo como artista, a su trabajo como gestor y cómplice de miles, sino también a su empeño por ser generoso con su música y con su entorno”.
Escuer también recordó que desde 2006 es el director del Centro Mexicano para la Música y las Artes Sonoras (CMMAS), también en Michoacán, una plataforma que vincula a México con el resto del mundo, fomentando la creación y el desarrollo de la música y las artes sonoras a nivel nacional e internacional.
En esta institución, que piensa la música como vehículo expresivo y de transformación social, Sigal coordina iniciativas de creación, educación, investigación y gestión cultural, “se convirtió en mi proyecto de vida”, agregó.
“Y así surgió en el español un nuevo vocablo, de la raíz CMMAS que significa hacer posible lo imposible, nace luego CMMASEAR, gestionar para todos, crear realidades donde es posible componer nuevas tecnologías, imaginar colaborar entre pares de los cinco continentes”, continuó Escuer.
El homenajeado lleva más de 20 años siendo parte del proyecto Lumínico, es director del festival Visiones Sonoras y editor de la revista Ideas Sónicas.
Para finalizar, Sigal agradeció a las autoridades que hicieron posible el reconocimiento, a su familia y personas que le acompañaron. Recordó a su profesor Mario Lavista, en los años 90, quien fue su inspiración para crear dichos proyectos colectivos.
“Siempre nos hablaba de vincularnos con los intérpretes, de ir a los eventos, de aprovecharlo todo, de alguna manera fue la semilla que sembró muchas de las cosas que decidí hacer. Traté de que esto fuera así y lo sigo haciendo desde Morelia”, concluyó el creador.
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