Al llegar a Colombia todos coinciden en que la ciudad más chimba de ese país es Medellín, porque además de su clima cálido durante todo el año, es una metrópoli que cuenta con una diversidad de atracciones, desde aquellas culturales y llenas de tradición, hasta en las que se vive un ambiente total de fiesta.
Al llegar, una de las primeras paradas es el Museo de Antioquia, el cual cuenta con un importante acervo de obra colombiana, pero en el que también te sorprenderás al ver piezas de los mexicanos Diego Rivera o José Guadalupe Posada. Actualmente, el inmueble se encuentra haciendo una relectura de su colección, es interesante conocer a las mujeres que en su momento fueron infravaloradas, como Débora Arango. Además de admirar los murales de Pedro Nel Gómez.
Sin duda, la joya de la corona en el Museo de Antioquia es la mejor producción de obras del reconocido artista colombiano Fernando Botero, entre esculturas y varias de sus piezas más conocidas, como Pedro, La noche y Pablo Escobar muerto. En esa sala no se permite tomar fotografías, pero al salir del recinto y pasear por la Plaza Botero podrás tomarte algunas imágenes en las 23 esculturas de gran formato que donó el creador.
Cerca se encuentra el Palacio de la Cultura Rafael Uribe, donde está el Archivo histórico de Antioquia.
Para seguir admirando la obra de Fernando Botero, la próxima parada es la Plaza San Antonio, donde se encuentran los restos de El pájaro junto con la escultura que donó el artista luego del atentado de 1995 en el que murieron 23 personas.
Siguiendo la ruta cultural, otro imperdible es el Museo El Castillo, que además de ser una joya arquitectónica de estilo gótico medieval que data de 1930, cuenta con la mayor colección de artes decorativas de Medellín. Destacan las obras de artistas colombianos y extranjeros, así como mobiliario de fines del siglo XIX y principios del XX.
Para seguir conociendo parte de la historia de Medellín, acude a Comuna 13, uno de los más importantes ejemplos de transformación a través del arte y la cultura, después de haber sido un territorio en riesgo debido a las guerrillas, paramilitares y el narcotráfico. Se conjuga el grafiti, los bailarines urbanos, los raperos, los pintores, el diseño de modas lleno de toques urbanos y la comedia callejera.
Otro lugar importante es el Pueblito Paisa, que se caracteriza por sus pintorescas construcciones, su diversa gastronomía y presentaciones artísticas.
Como la ciudad de la eterna primavera también tiene fama de tener las noches más chimbas, no te puedes perder algunos de sus centros nocturnos más emblemáticos, como Perro negro, catedral del reguetón, aunque toma tus precauciones, ya que las reservaciones se hacen con meses de anticipación. También está el antro de moda, Dulcinea, que además de buena música y ambiente, cuenta con espacios para tomarte las mejores selfies. Además de La logia, para un buen perrei-to. Si lo tuyo es la salsa, Son Havana Bar.
Asimismo, la calle Provenza, donde la fiesta no para y encontrarás diversos lugares, algunos con temática de música mexicana y hasta de electrónica.
Para cerrar el viaje, acude a Guatapé, un recorrido que te tomará todo un día y en el que subirás la famosa piedra del Peñol, de 220 metros de altura, que te maravillará por sus hermosas vistas; y recorrerás el pintoresco poblado colonial, en el que las casas cuentan con bellos zócalos. Ahí podrás adquirir algunas artesanías.