El próximo jueves 10 de octubre, la Academia Sueca da a conocer el nombre del escritor galardonado con el Premio Nobel de Literatura 2024. Inician las listas de pronósticos, especulaciones y apuestas del posible ganador. En realidad, es imposible saber cuál es el método del dictamen de los 18 miembros de la Academia, quienes mantienen en total secreto a los escritores candidatos.
Sin embargo, las disputas no faltan ni tampoco los vaticinios. Este año, Anne Carson (poeta, narradora y ensayista de Canadá), Mircea Cărtărescu (poeta y narrador de Rumanía), Jamaica Kincaid (novelista y cuentista de las islas de Antigua y Barbuda) y António Lobo Antunes (narrador de Portugal) encabezan los augurios.
Asimismo, se nombran al novelista australiano Gerald Murnane; al británico Salman Rushdie; al húngaro Laszlo Krasznahorkai y, como siempre, al japonés Haruki Murakami. Un sector de la crítica especializada de Europa y Estados Unidos ha considerado que la autora china Can Xue, quien es comparada con Kafka por los espacios obscuros y surrealistas de sus narraciones, podría ser una carta irrebatible con la cual los académicos suecos pueden sorprendernos. Por ahora, es la que más presencia tiene en los sitios de apuestas.
El coordinador de la sección cultural del influyente rotativo sueco Dagens Nyheter escribió un artículo en el que asevera: “Será una mujer originaria de una región lingüística no europea. Estoy seguro que la elección del galardonado llevará la contraria a la élite cultural”.
¿Podría ganar el Premio de Literatura algún autor hispano?
En el entorno de la lengua española, los especialistas se preguntan si este año el Nobel Literario recaerá en algún escritor hispano: Mario Vargas Llosa lo recibió en 2010. Suenan los nombres de Elena Poniatowska (periodista, novelista y ensayista de México), Enrique Vila-Matas (narrador de España), Raúl Zurita (poeta de Chile), César Aira (Argentina) y Sergio Ramírez (Nicaragua). De igual manera, otros piensan en la lengua portuguesa: José Saramago fue premiado en 1998. António Lobo Antunes (narrador de Portugal) es estimado para la presea de manera destacada.
Se suman autores que otras veces han estado inscritos: Adonis (poeta de Siria), John Banville (novelista de Irlanda), Dacia Maraini (narradora y ensayista italiana), Hwang Sok-yong (narrador de Corea del Sur) y Liudmila Ulítskaya (novelista y guionista de cine de Rusia). Es interesante la presencia de ‘autores populares’ muy leídos como el tantas veces mencionado Haruki Murakami, Margaret Atwood, Stephen King, Joyce Carol Oates o el también referido constantemente, Salman Rushdie.
Es bueno advertir que el Nobel de Literatura gratifica el valor literario de la trayectoria de un escritor, que algunas veces puede ser un descubrimiento para los lectores. En los últimos años se han registrados a mujeres y hombres de letras cultivadores de modalidades no convencionales, al romper con la preponderancia de la novela como género más compensado en la crónica de los Nobeles literarios: los académicos han tomado en cuenta el cuento, el periodismo, la poesía y de manera discutible a la música; así, la cuentista canadiense Alice Munro fue recompensada en 2013; la periodista bielorrusa Svetlana Alexiévich en 2015; el musico estadounidense Bob Dylan en 2016, y la poeta estadounidense Louise Glück en 2020.
Rompieron la rutina, las retribuciones al tanzano Abdulrazak Gurnah en 2021 o a la francesa Annie Ernaux en 2022, quien escribe obras narrativas de autoficción. Todos nos quedamos boquiabiertos con el Premio en 2023 al noruego Jon Fosse, que fusiona el teatro con la narrativa y la poesía.
Esperemos hasta el próximo jueves, a ver qué conejo sacaran del sombrero los 18 académicos suecos. Lo peor de todo es que, por la diferencia de horario, aquí nos enteramos de la resolución de madrugada y, aunque no queramos, apenas conciliamos el sueño.
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FGR
