Uno de los proyectos museísticos más ambiciosos de los últimos años y que será el hogar de la colección más grande y valiosa de arte egipcio en el mundo abrió ayer sus puertas, de manera parcial y a modo de prueba, a toda aquella persona que haya hecho una reservación de manera anticipada.
Con una inversión de más de mil millones de dólares y tras once años de espera, los visitantes podrán acceder por el momento a 12 salas del museo, las cuales abordan temáticas relacionadas con la sociedad y la religión del Antiguo Egipto.
La inauguración oficial del Gran Museo Egipcio (GEM) —ubicado junto al enorme complejo de las pirámides de Giza— estaba inicialmente prevista para 2012, pero se ha retrasado varias veces debido a los sobrecostos, así como algunos temas políticos. Hoy en día sigue sin haber una fecha definida de apertura total.
Algunos objetos principales que aún faltan por presentar son las piezas de la colección de Tutankamón y las barcas solares, navíos rituales que simbolizaban el ciclo de la vida; por otra parte, dentro de las áreas que ya están abiertas al público, destaca la inmensa estatua de Ramsés II que da la bienvenida al museo y algunas estatuas de la élite faraónica antigua.
Para cuando el recinto esté finalizado, contará con una colección de más de 100 mil objetos, se podrá acceder a la gran escalinata de seis pisos y con vista a las pirámides, a la zona comercial y a la colección del tesoro del rey Tutankamón.
En las galerías, la tecnología será protagonista, pues se incluirán presentaciones multimedia para explicar la vida de esa antigua civilización y en las salas habrá proyecciones de realidad virtual que explicarán las características de los enterramientos y su desarrollo.
La invasión israelí a los territorios palestinos y al Líbano también ha sido un obstáculo más para la apertura del GEM, pues el Gobierno egipcio busca que los conflictos se resuelvan para que “la situación geopolítica sea adecuada”.
