Fue una grata sorpresa para adultos

SNAFU lleva diversión, magia y títeres al Cervantino

Algunos pares de juguetes, piezas de cartón, cintas, plastilina y, sobre todo, mucho ingenio y talento, fueron necesarios para impresionar y divertir con El show del bebé Tyler

Ingrid Hansen, el domingo pasado en el Auditorio del Estado.
Ingrid Hansen, el domingo pasado en el Auditorio del Estado. Foto: Cuartoscuro

En Guanajuato, Guanajuato

Algunos pares de juguetes, piezas de cartón, cintas, plastilina y, sobre todo, mucho ingenio y talento, fueron necesarios para impresionar y divertir con El show del bebé Tyler, presentado por SNAFU, Society of Unexpected Spectacles (Sociedad de Espectáculos Inesperados), compañía originaria de Canadá.

El show de títeres, clasificado como para niños fue una grata sorpresa para los adultos que acudieron al Auditorio del Estado de Guanajuato el fin de semana pasado, muestra de ello fueron las incesantes carcajadas que lanzaban al ver a los personajes que hacía Ingrid Hansen.

Al comenzar la función, la titiritera se acercó a las primeras filas del recinto para interactuar con los niños. La canadiense portaba un traje negro que la cubría de pies a cabeza, dejando visibles sólo las manos y la cara, para que los objetos ubicados en la mesa frente a ella lucieran lo más posible.

Los panditas de goma hicieron su aparición luego de que la artista ajustara una cámara que proyectaba el video en vivo de su acto para que la gente pudiera admirar su trabajo. La música, los sonidos que emitía Hansen, los aplausos, risas y expresiones de asombro de la gente fueron el acompañamiento de las tomas.

Al estar en México, el Bebé Tyler y el resto de los personajes de la función sorprendieron y encantaron con algunas expresiones y palabras durante su actuación como “pelo chido”, cuando dos panditas de goma con peinados alocados de algodón aparecieron en escena al ritmo de música disco. Entre acto y acto, Ingrid Hansen asomaba la cara mientras hacía muecas graciosas y saludaba.

Desde un auto mal estacionado y un monstruo de plastilina, hasta un Bebé panadero y náufrago, las breves historias que se narraron abordaron temas como la amistad y la valentía.

Al finalizar su actuación de 60 minutos y luego de los aplausos de la gente, que la ovacionaron de pie, la artista comentó al público que tendría oportunidad de tomarse fotos con Baby Tyler, así como comprar stickers y libros para colorear con el fin de llevarse un recuerdo.

Como parte del Circuito Cervantino, la canadiense se presentó ayer en Irapuato y hoy llega a la ciudad de León.