En 1949 un hecho dividió a la comunidad científica: la arqueóloga Eulalia Guzmán aseguró que habían encontrado la tumba de Cuauhtémoc; sin embargo, el caso se investigó y se determinó que no había sustento. La controversia fue tal que incluso intervino el muralista Diego Rivera, quien defendía que sí eran los huesos del último emperador mexica y hasta nuestros días esa creencia perdura, pese a que antropólogos como Eduardo Matos Moctezuma aseguran que no hay pruebas científicas contundentes, pues médicos forenses determinaron que los restos correspondían a ocho individuos.
Lo que este acontecimiento generó y la repercusión que tuvo en la obra y pensamiento de Diego Rivera, ahora se revisa en la exposición Sobre los huesos de Cuauhtémoc y de Hernán Cortés. Diego Rivera y el gran debate sobre la mexicanidad.
Dicha exhibición reúne 96 piezas, algunas poco vistas como el mural de Vicente Rojo, Sin título (Batalla de La Conquista); y grabados de Mariana Yampolsky.
Llegan Alonso Alarcón, Marcelo Lombardero...
“Desde los años 20 o antes, Diego Rivera tiene muy claro el perfil indigenista en su obra, es como un historiador que pinta. Sí se basa en documentos históricos, entonces significa mucho tener en la realidad los huesos de Cuauhtémoc, porque serían un referente primordial para proyectar la cultura mexicana.
“Era importante que fueran auténticos, por eso lucha porque lo sean, mientras lo defiende por escrito, contrariamente en venganza dice, ‘si los de Cortés sí son’, los voy a interpretar, lo pinta en el mural de Palacio Nacional y el del Teatro de los Insurgentes”, explicó el curador de la exhibición Luis Rius Caso, quien aseguró que este suceso llevó al muralista a enemistarse con arqueólogos y antropólogos.
“Lo enemistó as muerte, se peleó prácticamente con todos. Con otros más cercanos llegó a distanciarse. Fue un proyecto que dividió a la comunidad científica. Fue un debate a todo lo que daba; es importante todo lo que derivó de ello”, agregó.
Años antes, en 1946 se había hallado la osamenta de Hernán Cortés, lo cual, aunado al supuesto descubrimiento de los restos de Cuauhtémoc, reavivó el debate sobre la mexicanidad y las visiones que se tenían sobre la Conquista, la Independencia y la Revolución Mexicana.
De manera que la exposición, la cual se inaugura hoy en el Museo Mural Diego Rivera, muestra una mirada hacia toda esa discusión, que para Luis Rius Caso es “una herida abierta”, pues las solicitudes de disculpas públicas que hizo el expresidente Andrés Manuel López Obrador y la reciente que hizo la mandataria Claudia Sheinbaum, son un reflejo de eso, dijo.
En la muestra destaca la obra de Gustavo Monroy, Nuevo biombo de la Conquista, de 2012, en el cual reinterpreta un biombo que resguarda el Museo Franz Mayer. En la propuesta se aprecian diversas escenas que representan la Conquista como un acontecimiento violento y lo contrapone con la actualidad, al pintar a Joaquín El Chapo Guzmán.
“Gustavo Monroy reproduce el biombo, pero reinterpreta desde su presente cómo fue la Conquista, a partir de la guerra contra El Chapo Guzmán, es una obra clave de la actualidad”, explicó el curador.
De los grabados poco vistos resaltan representaciones de indígenas que hacen Alberto Beltrán, Mariana Yampolsky, Xavier Íñiguez y Adolfo Quinteros, quienes pertenecieron al Taller de Gráfica Popular.
Están varias visiones de lo que fue la Conquista y sus efectos. Están grandes firmas, empezando por el mural Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central, que es el marco idóneo para la exposición hasta mediados de siglo, que es cuando se da este debateLuis Rius Caso, Curador
Mientras que de las piezas pictóricas resaltan Suplicio y muerte en Itzamkánac, de Daniel Lezama; Cuauhtémoc croquis y El centauro de la Conquista, de David Alfaro Siqueiros; y los famosos Los teules, de José Clemente Orozco. Además de México negro, de José Chávez Morado, y Nuestros abuelos, de Jorge González Camarena, lienzos en los que se reflejan miradas que se alejan de la romantización de la Conquista.
Sobre la controversia de los restos de Cuauhtémoc, están los bocetos que hizo Diego Rivera para la reconstrucción del emperador mexica. También fotografías en las que Eulalia Guzmán y el muralista mostraban los supuestos restos del tlatoani mexica.
También hay documentos inéditos como una publicación de El Insurgente, que pertenece al archivo de Diego Rivera.
“Esperamos que éste sea un espejo para quienes vienen a ver, unos ven el reflejo, otros dicen ‘no, yo no me reflejo ahí’, y que mantiene vivo este debate que, a mi modo de ver, nos enriquece mucho. No sé si alguna vez se cicatricen las heridas, pero lo que sí es que nos hace muy originales y enriquece mucho la cultura y todo lo que somos. Buscamos invitar a esta reflexión al público”, dijo Luis Rius Caso sobre la muestra que estará hasta el 16 de febrero.
- Cuándo: del 24 de octubre del 2024 al 16 de febrero del 2025
- Dónde: Museo Mural Diego Rivera
- Horario: martes a domingo de 10:00 a 18:00 horas
- Costo: $45