Las labores del Tren Maya en las que interviene el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) se extenderán a mayo del 2025, debido a que se sumaron seis zonas arqueológicas al Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza) y restan por concluir trabajos en seis de los 10 museos que serán rehabilitados o reconstruidos, afirmó ayer Diego Prieto, director de la institución.
“Tenemos un plazo a diciembre para tener la conclusión de gran parte de las cosas, se van a ampliar. Tenemos otra fecha conclusiva para mayo del año que entra, ya lo hemos platicado con la Presidenta (Claudia Sheinbaum), seguimos en eso”, dijo ayer tras realizar un recorrido en la zona arqueológica del Templo Mayor, que ayer reabrió en su totalidad con el estreno de una nueva techumbre que cubre los vestigios del huey Teocalli.
El director del INAH explicó que todavía hay algunas tareas pendientes del programa Promeza. “Estamos habilitando una gran bóveda digital para que todos los especialistas accedan a este cúmulo de información que es valiosísimo, que va a dar pie para investigaciones en el área maya para los próximos 25, 30 años o más”, detalló.
Alistan la edición 27 del Eurojazz
Dijo que están “queriendo ampliar alcances” para las zonas arqueológicas de Balamkú, Becán, Xpujil, Hormiguero, Mayapán y Yalmakan.
Del Tren Maya todavía tenemos algunas tareas del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas, vamos a tener algunas más, como seis zonas arqueológicas más en el Promeza para completar un número de 35Diego Prieto, Director del INAH
Por otra parte, sobre los acuerdos para adquirir tierras en la región maya, en el ejido Chablekal y Uxmal, en Yucatán, señaló que en las primeras ya se llegó a un acuerdo y en la segunda aún continúan las negociaciones. El pasado mes de agosto se publicó un decreto en el Diario Oficial de la Federación para expropiar tierras en Chablekal, con una indemnización de 132 millones 331 mil 634 pesos. El funcionario espera que en los próximos años el Gobierno federal adquiera otros sitios donde se encuentran monumentos arqueológicos.
“Espero que sí (se compren más terrenos), yo no decido el presupuesto, pero lo tenemos previsto. Necesitamos ir resolviendo ese tema, ya como un programa permanente que nos permita construir una relación muy anuente con las comunidades… No les podemos negar su derecho, su propiedad, pero sí tenemos que ver cómo nos hacemos cargo de que se cuiden y se conviertan en área de visita, los monumentos que están ahí”, comentó Diego Prieto.
Sobre si se quedará seis años al frente del INAH respondió: “Eso hay que preguntárselo a los ancestros. Me voy a quedar siempre que me necesiten, si me necesitan en otra cosa lo valoraré, evidentemente en algo que sepa hacer”, expresó.
Acerca del rechazo del Sindicato Nacional de Profesores de Investigación y Docencia del INAH a su ratificación, Diego Prieto respondió que son libres de expresarse.
“El INAH es una institución muy fortalecida, está tan fuerte que no importa mucho si lo dirige Chana o Juana, claro, siempre un perfil mínimo, pero lo que importa es que somos un equipo bastante bien asentado”, apuntó.
PREOCUPA CRISIS CLIMÁTICA. Por otra parte, Diego Prieto alertó que el deterioro ambiental es un tema que ocupa al INAH, principalmente en la prevención.
“Tenemos que estar siempre en el tema de la prevención, hay que estar listos. Tenemos un protocolo de investigación de cómo afectan los cambios climáticos a la pintura mural en la zona de selva tropical, sobre todo en sitios mayas, me refiero a Bonampak, Palenque, Toniná, donde estamos observando que hay un cambio en el comportamiento de los niveles de humedad, entonces necesitamos que eso se traduzca en una estrategia para la mejor conservación de esta pintura mural tan importante”, dijo el funcionario.
Reabre en su totalidad el Templo Mayor
Después de las labores para cambiar la techumbre de la llamada Etapa II, la zona arqueológica del Templo Mayor reabrió ayer en su totalidad y lo hizo con la apertura de una exposición de piezas repatriadas de Estados Unidos y de la lápida “Ce ozomatli”.
“La cubierta es al menos la mitad de kilos más ligera. Se respetó la misma cantidad de soportes, no se puso uno solo más, pero sí se reforzaron. La pendiente estaba en cinco grados y ahora tiene ocho y las bajadas de agua eran de cuatro pulgadas y ahora de siete”, explicó ayer Patricia Ledesma, directora del Museo Templo Mayor, sobre la techumbre que se cambió de manera preventiva.