Funciones del 22 al 24 de noviembre

Luz Arcas concibe Bordo Poniente como una enorme pintura

La ganadora del Premio Nacional de Danza 2024 en España cuestiona la obsesión productiva con el cuerpo; cuenta a La Razón que le interesa abordar “toda esa parte terrorífica y oscura del ser humano”

Bailarines en Bordo Poniente.
Bailarines en Bordo Poniente. Foto cortesía: Jaime Martín/Danza UNAM

La coreógrafa y bailarina Luz Arcas fue recientemente galardonada con el Premio Nacional de Danza 2024 en España “por la versatilidad” de sus propuestas y por “combinar el riesgo y la innovación”. Ahora, después de su aclamada trilogía Bekristen. Tríptico de la prosperidad, va más allá y concibe como una enorme pintura el montaje Bordo Poniente, una colaboración entre su país natal y México.

En la puesta en escena usa como metáfora los vertederos de basura para reflexionar sobre la obsesión productiva de los cuerpos y cómo un sistema desecha aquellos cuerpos que no son jóvenes o que están enfermos. Se adentra en esos aspectos oscuros y sombríos a partir de bailarines que durante el montaje parecen ser personajes de una pintura viviente.

“En Bordo Poniente he ido más lejos que en otras obras, en concebir la escena casi como una enorme pintura hecha de texturas y materias, hay pintura negra, hay distintas texturas de plástico, hay licras, pintura facial, diferentes capas, casi como si estuviera pintando sobre la escena”, compartió en entrevista con La Razón Luz Arcas sobre la puesta en escena que es una coproducción entre la Coordinación de Artes Escénicas de la Universidad de Guadalajara, Danza UNAM y el Centro Cultural España en México.

Bailarina en Bordo Poniente
Bailarina en Bordo Poniente

La coreógrafa está interesada en no glorificar los cuerpos, como suele hacerse en la danza, arte en el que muchas veces se muestra el virtuosismo de los bailarines. Ella quiere mostrar aquellos aspectos más vulnerables y Bordo Poniente es el montaje donde ha podido continuar esta indagatoria.

“Para mí el cuerpo es el centro del discurso y me parece que en este mundo en el que vivimos al final hay una especie de obsesión productiva con el cuerpo, con su belleza, su juventud, su hiperproductividad y una especie de rechazo, de desamparo hacia todos esos cuerpos que por lo que sea no están en ese punto de productividad, de éxito. Me parecía interesante abordar esa imagen del vertedero de cuerpos desechos, todos los que no encuentran su lugar en el mundo.

“No hay que hablar del cuerpo desde un aspecto idealista, romantizado, o etéreo, a mí me interesa más saber qué cuerpos tiene la gente, cuáles son los problemas del cuerpo, cuál es su lugar en el mundo, todo lo que lo hace humano o animal, no lo que lo aleja de esto”, explicó Luz Arcas sobre la puesta en escena que se presenta del 22 al 24 de noviembre en la Sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario de la UNAM.

La también bailarina encuentra paralelismos con el éxodo, fenómeno en el que pareciera que los países desechan cuerpos.

“Cada vez más hay cuerpos humanos que no se sabe qué se va a hacer con ellos, hay países donde la gente huye de otra nación, porque no tiene espacio, porque hay guerras, hay una especie de exceso que coloca a los cuerpos que no dominan el mundo, que somos la mayoría, en un lugar muy frágil y complicado”, abundó Luz Arcas, quien en su arte busca encontrar belleza dentro lo más terrorífico u oscuro, como aquellas pinturas sobre las guerras en las que un artista nos ofrece una experiencia estética sublime.

Bailarina en Bordo Poniente
Bailarina en Bordo Poniente

Para la fundadora de la compañía La Phármaco, Bordo Poniente también es una especie de manifiesto contra ese optimismo o felicidad que se nos exige en el mundo actual. “Me parece importante compartir ese dolor, ese lado oscuro, esos momentos más sombríos de la historia o de nuestros propios hábitos, porque me parece que hay una especie de optimismo forzado, que nos hace igual de daño o más que lo otro”, dijo.

Como ejemplo de dicha obsesión por lo positivo señaló que “los cementerios cada vez se construyen fuera de las ciudades, los enfermos ya no se cuidan en las casas, se llevan a los hospitales, la gente se opera para ser cada vez más perfecta. Cualquier aspecto que sea doloroso se echa para afuera. Se vuelve todavía al final más perjudicial para nuestra alma, porque notamos ese vacío, esas cosas que pasan. En México es distinto, porque tienen una relación distinta con la muerte, pero por ejemplo, en España es un tabú”, comentó.

Bordo poniente cuenta con la participación de 10 bailarines mexicanos, entre ellos cuatro de la Compañía Juvenil de Danza Contemporánea de la UNAM-DAJU. Le ha permitido a Luz Arcas enriquecer su próximo montaje, inspirado en las mujeres que hacían espiritismo como práctica artística.

Bordo Poniente me ha inspirado muchísimo, aprendí muchísimo por la dimensión mágica que tenían la mayoría de las bailarinas y porque en la cultura mexicana está esto muy vivo. Estoy en pleno proceso, me interesan mucho todas esas estrategias antropológicas de cómo los vivos invocan a los muertos en diversos rituales”, dijo sobre la obra que estrenará en 2025.