Una nueva producción de La bohème, a cien años del fallecimiento de Giacomo Puccini, nos conduce al universo emocional y mental del célebre compositor al llevarnos al París de 1924, año en el que falleció, ése de grandes carencias económicas, con personas en extrema pobreza que viven apasionadamente.
“Están dos realidades paralelas, la de la historia, situada en 1830 y 1831, y el presente del autor antes de morir. Es la presencia de Puccini viajando a través de los personajes que nos permite ver su laberinto creativo y emocional”, explicó a La Razón Ruby Tagle, directora de escena de esta nueva producción que la Compañía Nacional de Ópera estrena hoy en el Palacio de Bellas Artes.
El público podrá viajar a aquellos años 20 en el París de entreguerras a través del Café Momus, cuyo nombre se ve en unas enormes letras iluminadas y representa aquellos sitios bohemios donde jóvenes artistas pasaban los días compartiendo; o en la arquitectura de la Ciudad de la Luz reflejada en un escenario giratorio que se va transformando conforme ocurre la historia.
Karina Gidi presenta una vertiginosa historia de amor a distancia
“Me interesaba la pasión, porque viven al límite. Son seres que no tienen nada, en pobreza extrema, y de pronto, en las puestas, se olvida reflejar eso en aras de la fantasía. Me interesa este espíritu de los personajes, la pasión amorosa y la situación al límite”, detalló Ruby Tagle, quien para la puesta en escena incorpora a bailarines también.
Es un poco populista o exagerado lo que voy a decir, para mí Puccini es el primer compositor de música de cine. Su manera de escribir para la ópera es la antesala del cineOliver Díaz, Director de orquesta
El montaje cuenta con la dirección concertadora del español Oliver Díaz, como batuta invitada en la Orquesta del Teatro de Bellas Artes y para quien La bohème es uno de los ejemplos de cómo en toda su obra, Puccini se adelantó a su época, al ser la antesala de la música para cine.
“Es un poco populista o exagerado lo que voy a decir, pero para mí Puccini es el primer compositor de música de cine, su manera de escribir para la ópera es prácticamente la antesala del cine, desde los primeros compositores de cine hasta los de hoy, dígase John Williams, lo tomaron como ejemplo, en el sentido de cómo es capaz de iluminar la acción, de comentarla, de edulcorarla cuando lo tiene que hacer, de enfriarla cuando debe de hacerlo, de dramatizarla”, dijo Oliver Díaz, quien charla con este diario en su camerino, mientras afuera hay todo un ajetreo, pues los cantantes y músicos se alistan para un ensayo en el Palacio de Bellas Artes, entre saludos, vocalizaciones o llegadas apresuradas transcurre la tarde del martes pasado.
La música, continúa Oliver Díaz, es tan detallada que incluso sin libreto el público puede entender la trama.
“Trata las voces como un instrumento más y si no hubiera texto, uno podría imaginar casi todo escuchando la música, emocionarse con la alegría de estos amigos, cantar con ellos, llorar con ellos. Es magistral”, añadió.
Ejemplo de lo anterior es la emblemática aria en la que Mimí tiene un primer encuentro con Rodolfo y que para Oliver Díaz es “la dulzura personificada”, o aquel final en el que ella muere, una escena que siempre hace llorar al director concertador.
“Cuando entra Musetta con la cara blanca y Mimí apenas alcanza a subir la escalera, Puccini escribe una acorde que es como el cristal, siempre se lo digo a la orquesta, que es un cristal seco como si te degollara, ahí se acabó la vida tal y como la entendemos, a partir de ahora somos adultos”, expresó.
El director de orquesta encuentra en La bohème toda una serie de retos. “Es como si fuera música de cine y tuviéramos que ir al metraje, cada segundo tiene que sonar como lo detalla, dice ‘aquí debe entrar este protagonista, justo cuando suena esto’. Es a la vez una gran ayuda, pero un gran desafío, porque es difícil prestar atención, hacer todo lo que describe y a la vez que todo esto lo principal suene orgánico y natural, tiene que estar muy dentro de nuestro cuerpo, muy interiorizado, tiene que salir del corazón, del alma”, explicó.
La bohème tendrá funciones del 5 al 15 de diciembre. Como Mimí alternarán las sopranos Eugenia Garza y Jennifer Velasco; como Rodolfo estarán Mario Chang y César Delgado; Musetta será Lucia Salas; Marcello será interpretado por Daniel Gallegos, Shaunard por Josué Cerón, Colline por David Echeverría y Benoit y Alcindoro por Juan Marcos Martínez, así como Parpignol por José Luis Gutiérrez.
La bohème
- Cuándo: del 5 al 15 de diciembre
- Dónde: Palacio de Bellas Artes
- Horarios: martes y jueves a las 20:00 horas y domingos a las 17:00 horas
