En cuatro décadas de trayectoria María y Tolita Figueroa, pioneras en el diseño de vestuario en México, siempre han buscado ir más allá de lo convencional, pues cada vez que se enfrentan a una nueva obra de teatro, ópera, ballet o película investigan hasta el más mínimo detalle para que en el teatro o en el cine el público imagine cosas que no necesariamente aparecen en los montajes o filmes. Para dar a conocer su trabajo presentan una muestra que recorre sus creaciones más representativas, desde el enorme corazón hecho con alfileres de Alemania con el que representaron el sufrimiento que vivió la pintora mexicana Frida Kahlo, hasta los atuendos para El cascanueces, El médico en su honra y La noche de un neurasténico, entre otras más.
Se trata de la exposición Tercera llamada, María y Tolita Figueroa, 40 años de vestuario escénico, que se presenta en la Galería 526 del Seminario de Cultura Mexicana, en Polanco, hasta el próximo 2 de febrero del 2025.
“Nos quedamos en shock las dos cuando Felipe Leal (presidente del Seminario de Cultura Mexicana) nos dijo que quería una exposición nuestra. Tenemos un cuarto lleno de dibujos, afortunadamente no todos los vestidos, porque tendríamos que tener un espacio como el Auditorio Nacional. Fue ver 40 años juntos, escoger fue tremendo, sí nos impresionó mucho”, dijo a La Razón María Figueroa sobre la muestra curada por Renato Camarillo Duque.
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En la exhibición se aprecian desde los bocetos de vestuarios, hasta algunos atuendos que son los favoritos de las hermanas Figueroa, como el sofisticado vestido en color vino de la obra El médico en su honra, dirigida por Aracelia Guerrero, pero también uno de los vestidos de Yo también quiero un profeta, y un traje de cocodrilo que destaca por tener un sombrero en forma del hocico de este animal.
“En gustos somos un poquito más de sofisticadas, le buscamos mucho más que lo que se nos ocurre primero. Se nos nota el gusto, es ir más allá de lo convencional, de lo que esperan que hagamos. Siempre buscamos lo mejor, lo más raro, lo que llame la atención. Que le enseñe al público cosas que no sospechaba.
“El vestuario te está contando la historia, si tú no tienes escenografía y pones en el escenario a un señor con goggles, con una gorrita y una chamarra, el avión debe andar por ahí. Ese pedacito de vestuario te complementa una cantidad de cosas que no están, pero que sí están”, comentó María Figueroa, quien junto a su hermana Tolita, este año fue galardonada con la Medalla de Oro Bellas Artes por “combinar la tradición con elementos modernos”.
Ejemplos de que siempre buscan ir más allá son el trabajo que hizo Tolita Figueroa en Los enemigos, obra en la que conjugó lo prehispánico con la sofisticación europea con un atuendo de plumas; o toda la investigación que hubo detrás para los más de 200 vestuarios de El cascanueces.
“El escenógrafo Sergio Villegas quiso hacer un huevo de Fabergé, lo quiso poner con los zares y con los rusos. Investigamos desde cómo se hacía el huevo hasta el esmalte que se usaba, cosas que no necesitábamos y que no se usaron, pero sí te ponen en una época, un gusto en el cual tienes donde recargarte muy sólidamente”, compartió.
Fue un montaje en el que trabajaron a contrarreloj, por lo que incluso además de sus costureras, tuvieron que contratar a la policía que cuidaba el teatro para que les ayudara a confeccionar algunos de los trajes.
“El cascanueces, si se va a estrenar en diciembre, tienes que empezar en marzo o en febrero, porque son 200 tantos trajes. Nos tocó comenzar como en agosto, fue el temblor, entonces suspendimos un mes. Estábamos realmente al tope de trabajo, tardamos un año en recuperarnos, porque salíamos a las dos de la mañana. Luego descubrimos que la señora que cuidaba el teatro en la noche, tejía y la contratamos, nos hizo muchos de los vestuarios de los niños de los dulces”, contó.
María Figueroa se siente orgullosa porque en sus cuatro décadas de trayectoria, sólo han trabajado en dos proyectos comerciales, por lo que han tenido la oportunidad de colaborar con íconos de la escena en México, como Alejandro Luna, Juan José Gurrola, Jorge Ballina, Luis de Tavira y Hugo Hiriart. Mientras que en cine con el realizador Guillermo del Toro en su ópera prima Kronos y luego en Mimic.
“Hemos trabajado a un nivel muy alto, siempre con los mejores directores, los mejores escenógrafos. Es el mejor trabajo que puedes tener, nunca trabajas con las mismas personas, ni con la misma época ni con el mismo entorno, cambia cada vez y eso te impide que te aburras, porque es una cosa novedosa, muy bonita, salvo el sueldo, todo es precioso”, mencionó.
Tercera llamada…
- Cuándo: hasta el 2 de febrero del 2025
- Dónde: Galería 526 (Masaryk 526, Polanco, Ciudad de México)
- Horarios: martes a domingo de 11:00 a 18:00 horas (entrada es libre)