Se realizó una ceremonia inaugural

Tras cinco años, Notre Dame reabrió sus puertas

Convocó a varios jefes de Estado, reyes, príncipes, artistas, políticos y personalidades de renombre mundial; hito en la reconstrucción de inmuebles históricos

Vista de la fachada de la catedral, el pasado 7 de diciembre.
Vista de la fachada de la catedral, el pasado 7 de diciembre. Foto: AP

El 15 de abril del 2019 el mundo era testigo de cómo un devastador incendio consumía a la icónica catedral de Notre Dame de París. Cinco años después, el extraordinario templo de estilo gótico ha reabierto sus puertas para testimoniar otra vez su belleza como nunca antes. Reapertura que se produjo en la noche del pasado sábado 7 de diciembre y convocó a varios jefes de Estado, reyes, príncipes, artistas, políticos y personalidades de renombre mundial.

La ceremonia inaugural, de carácter religioso, fue tutelada por el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el arzobispo de París, Laurent Ulrich, quien golpeó los portones con su cayado. Macron y su esposa Brigitte, en función de anfitriones dieron la bienvenida a Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos; Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania, y Frank Walter Steinmer, presidente de Alemania.

Detalle del interior de Notre Dame.
Detalle del interior de Notre Dame. ı Foto: AP
Cllérigos se inclinan en el altar en la primera misa.
Cllérigos se inclinan en el altar en la primera misa. ı Foto: AP

La prensa internacional destacó la presencia del príncipe Guillermo de Reino Unido; los reyes de Bélgica, Felipe y Matilde; y los grandes duques de Luxemburgo, Enrique y María Teresa. El expresidente Nicolás Sarkozy y Carla Bruni acudieron puntuales a la ceremonia junto a François Hollande, quien ocupó el cargo de presidente de la República durante el periodo de 2012–2017. Elon Musk fue otro de los grandes hombres de negocios que se le vio en el acto.

La actriz Salma Hayek acudió con su esposo, el empresario François-Henri Pinault, presidente del grupo LVMH, quien donó una importante suma de dinero para la reconstrucción del recinto que ha sido valorada en unos 700 millones de euros. Reposición en la que participaron dos mil personas (arquitectos, artistas plásticos, restauradores, vidrieros, ebanistas, técnicos, diseñadores, albañiles...) y más de 250 empresas.

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. ı Foto: Gráficos: La Razón de México

Las inclemencias del tiempo obligaron a realizar la ceremonia al interior del templo, lo cual no impidió que centenares de parisinos se agolparan en las inmediaciones para apreciar la espectacular iluminación de la catedral, en cuyo frontis se podía apreciar la palabra “Merci” como homenaje a los bomberos que con heroísmo lucharon para apagar las llamas, quienes fueron recibidos con una ovación de más de 10 minutos.

“Para todos los que estuvieron presentes en aquel momento nos disponemos a devolver Notre Dame a los católicos, a París y a todo el mundo. Las campanas y el órgano vuelven a sonar, una esperanza para los parisinos, franceses y gente de todo el mundo. La mala suerte y las llamas se llevaron el campanario y acabamos viendo la valentía de los bomberos y sus superiores”, expresó Macron en el discurso de bienvenida.

Los invitados al ingresar al histórico inmueble.
Los invitados al ingresar al histórico inmueble. ı Foto: Reuters

El arzobispo de París, Laurent Ulrich, golpeó simbólicamente los portones con un bastón episcopal confeccionado con maderas residuales del incendio, y leyó una misiva enviada por el Papa Francisco. Tras los golpes del báculo, la catedral estalló en cantos, los coros volvieron a llenar los espacios sepulcrales: vaivén que se repitió tres veces y las puertas se abrieron: los mil 500 invitados entraron a tropel junto a las esculturas de figuras bíblicas. Y se escuchó el gran órgano de ocho mil tubos liberados tras cinco años de empeñosa reparación del polvo tóxico al arder el tejado.

Noche inolvidable que concluyó con un concierto amenizado por el reconocido director de orquesta venezolano Gustavo Dudamel.

Rushdie narró su atentado

A dos años del ataque del que fue víctima durante un evento literario en Nueva York, Estados Unidos, el escritor Salman Rushdie presentó su novela Cuchillo: Meditaciones tras un intento de asesinato (Random House, 2024), en la cual narra este hecho que le dejó daños en el hígado y las manos, además de la pérdida de su ojo derecho.

Fue su manera de “responder a la violencia con arte”, explicó el autor en un comunicado en el que se definió la obra como “una historia sobre el miedo, la gratitud y la lucha por la libertad y la autodeterminación”.

Durante una presentación de su libro, una mezcla de memoria, crónica y ensayo, el autor aseguró que no había un buen momento para los escritores en algunos países: “En China o en Rusia tampoco es un buen momento para los escritores. El peligro está en todas partes y a veces se debe a motivos políticos y otras, a motivos religiosos”.

En aquel 12 de agosto del 2022, en tan sólo 27 segundos, el hombre que lo atacó le propinó cerca de 10 puñaladas en los intestinos, el hígado, el pecho, la garganta y le sacó el ojo derecho. Ocurrió a 33 años de que el ayatolá Jomeini, de Irán, lo condenara a muerte con una fetua por el libro Los versos satánicos.