Al llegar a la pantalla, bajo el auspicio de Artists Equity, productora de los también actores Ben Affleck -Aguas profundas (2022)-y Matt Damon -Contra lo imposible (2019)-, es innegable que la historia real de Anthony Robles, joven californiano que de haber nacido inexplicablemente con una sola pierna, creció para superar no solo tal condición, sino un entorno de violencia intrafamiliar, y convertirse así en campeón nacional de lucha por la universidad de Arizona; tenia todo el potencial para redundar en una épica deportiva emocionante e inspiradora.
Y en ese sentido hay muy poco que reclamarle al norteamericano William Goldenberg, otro ganador del premio Oscar por su trabajo de edición en Argo (2013), quien aquí se pone por primera vez en la silla de director; pues a pesar de lo excesivamente cauteloso de su propuesta que en general lo lleva a estacionarse en los convencionalismos narrativos con todo y las siempre efectivas secuencias de montajes musicales ilustrando los entrenamientos y torneos, ofrece un acabado depurado entre atmósferas en este caso definidas por los reflejos de luz para los interiores domésticos, y un colorido refrescante en las escenas abiertas y multitudinarias, donde hace valer su acostumbrada habilidad para la fluidez de las transiciones dejando así que las charlas adquieran una genuina profundidad dentro del drama que no pierde el paso y se torna intenso cuando lo requiere.
En eso tiene mucho que ver una oficiosa Jennifer López -La madre (2023)- que apuesta por la discreción para lograr la honestidad emocional como la madre del protagonista, acompañada por el siempre cumplidor Michael Peña -A millones de kilómetros- en un personaje a modo, Don Cheadle -Falcon y el Soldado del Invierno (2021)- que sigue sin problemas la receta del arquetipo del entrenador, y por supuesto teniendo a Jharrel Jerome -Soy virgo (2023)- en el rol principal, quien sabe matizar los procesos internos de un personaje cuya fuerza está en mantenerse al borde de la implosión para darle la vuelta a la impotencia que convierte en uno de sus motores.
Las escenas de combate
Mención aparte merece la elaboración de las escenas de combate con una cámara que de los recorridos circulares que establecen el escenario y muestran en plenitud los lances de los luchadores, se desliza a ras de lona para revelar los movimientos en la intimidad del cuerpo a cuerpo, equilibrándolos con las reacciones para estirar los puntos de tensión sin que se pierda un solo detalle de la competencia.
Pero quizás lo más destacado es que pese a su propia falta de pretensiones que no le permiten superar el promedio de este tipo de producciones sobre resistencia y superación, Imparable es una obra de estilizada manufactura e innegable calidez humana, que evita los excesos manipuladores siendo completamente congruente con el trascendental mensaje que se puede interpretar en la vida de quien hoy está dedicado a dar charlas motivacionales y comentarista de ESPN, el de no ser visto por lo que físicamente pudiera faltarle, sino por lo que tiene de más en mentalidad y espíritu. La película ya está disponible en la plataforma de Prime Video.
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