Exposición en el MAM

Con 37 obras inéditas rinden homenaje a la pintora Joy Laville

Se muestra el talento multifacético de la artista a través de lienzos, esculturas, dibujos y portadas de libros, como los que ilustró de Ibargüengoitia; “sus primeros años no fueron fáciles”, comparte su hijo Trevor Rowe

RETRATO DE MADEMOISELLE HARTON
RETRATO DE MADEMOISELLE HARTONFoto: Cortesía MAM
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Con una colección de 87 piezas —37 de ellas inéditas— que representan 54 años de trabajo de Joy Laville, el Museo de Arte Moderno (MAM) de la Ciudad de México rinde homenaje a la artista de origen inglés y nacionalizada mexicana a 100 años de su nacimiento y quien es recordada por las obras que plasmó en los libros de Ibargüengoitia y sus obras con figuras alargadas en colores pasteles.

Entre las piezas que el público podrá ver por primera vez se encuentra Balsa (2007), que es una de las obras que da la bienvenida a la muestra. De entre los lienzos que destacan está Desnudo con paisaje rojo (1973), en el que Joy Laville utilizó una paleta de colores que rara vez se ve en su trabajo, usa tonos oscuros.

La exposición Joy Laville. El silencio y la eternidad, que estará abierta al público hasta el 29 de octubre próximo, ofrece una muestra del talento multifacético de la creadora, a través de 54 pinturas, 10 esculturas, seis dibujos y 17 portadas de libros que creó desde la década de 1960 hasta su fallecimiento en 2018.

Natalia Pollak, directora general del MAM, destacó el rol de Laville y el quehacer artístico de las mujeres en nuestro país. “Consideramos fundamental visibilizar e insertar el trabajo de las artistas dentro del relato de la historia del arte mexicano, nombrarlas, incluir su obra en nuestra colección”, detalló ayer en conferencia de prensa.

La exhibición se divide en cuatro núcleos que muestran la versatilidad de la artista, desde los desnudos femeninos en espacios minimalistas hasta los paisajes emotivos que representaba.

DESNUDO CON PAISAJE ROJO
DESNUDO CON PAISAJE ROJOFoto: Cortesía MAM

“Desde esa creatividad que (Laville) tenía encontró la autonomía en lo artístico y en lo anímico. Lo construyó de una forma en donde ella se inspira, donde es capaz de involucrar una sutileza tanto en la forma como en el color, revelándonos un país que tal vez los mexicanos y las mexicanas no habíamos descubierto”, compartió Lucina Jiménez, directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL).

Jiménez también resaltó que la artista es una figura relevante para México y detalló que habrá más recintos culturales que celebrarán actos y exposiciones en honor a Laville con motivo del centenario de su nacimiento. “Le debemos mucho, haber descubierto que hay muchas formas de conocer esas texturas, esas formas, esas maneras de recrear”.

Joy Laville, nacida en Ryde, Inglaterra, y nacionalizada mexicana, fue una de las representantes más importantes de la pintura nacional a finales del siglo XX. Estuvo casada desde 1973 con el escritor mexicano Jorge Ibargüengoitia y vivió sus últimos días en nuestro país hasta su muerte en 2018. Su obra incorpora pinturas al óleo, acrílico, grabados y esculturas en bronce.

Su hijo, Trevor Rowe, quien estuvo ayer presente durante un recorrido por la muestra, recordó a su madre como una artista dedicada, que “pintaba cada mañana y tarde, pero no por devoción, sino por necesidad”.

AL FARO (To the lighthouse)
AL FARO (To the lighthouse)Foto: Cortesía MAM

“Como muchos migrantes en el mundo, ella llegó a México con casi nada con la intención de estudiar arte y hacerse pintora, con suerte obtuvo trabajo como secretaria del Instituto Allende para pagar sus gastos. Sus primeros años no fueron fáciles, me acuerdo que los domingos nos subíamos al autobús Flecha Amarilla para venir al parque Sullivan donde mi mamá ponía su puestito de pinturas para tratar de vender obra. Nunca soñó con tener una exposición aquí”, compartió.

Rowe también comentó que su madre en México no sólo encontró el amor en Ibargüengoitia sino también su camino tanto emocional como profesional. “Fue aquí donde tuvo su producción, un paso clave fue el apoyo de Inés Amor, de la Galería de Arte Mexicano, para ella fue una relación importante, le dio más confianza en sus capacidades y desencadenó el desarrollo de sus talento y nuevas posibilidades artísticas”, dijo.

El trabajo de Laville se caracteriza por la experimentación del color y la especialidad que la pintora exploró en sus lienzos. Aunque es enmarcada por los historiadores dentro de La Generación de la Ruptura, nunca se consideró parte del movimiento.

Mujer reclinada con selva
Mujer reclinada con selvaFoto: Cortesía MAM

“México es uno de los países que más le agradece. No nada más nos está mostrando dolor, también nos trae un ambiente muy especial, de tranquilidad, quizá un poco nostálgico. Este sentimiento que nos trae hoy a través de sus obras”, comentó al finalizar la conferencia Marina Núñez, subdirectora de Desarrollo Cultural de la Secretaría de Cultura.

Joy Laville. El silencio y la eternidad
  • Cúando: Del 3 de agosto al 29 de octubre
  • Dónde: Museo de Arte Moderno 
  • Horarios: martes a domingo, de 10:15 a 17:45 horas