Hoy se cumplen seis décadas del fallecimiento de Albert Camus, filósofo francés existencialista y artífice del absurdísimo; literato y dramaturgo recordado, además de por títulos como El extranjero, El mito de Sísifo y La peste, por las paradójicas condiciones de su estrepitosa muerte: un día antes del siniestro que le arrebató la vida en una carretera, enunció: “no conozco nada más idiota que morir en un accidente de auto”.
Camus llegó al mundo en la Argelia francesa, en el seno de una familia migrante dedicada al cultivo de nuez de la India. Cuando tenía tan sólo un año, su padre murió a causa de heridas recibidas en una batalla de la Primera Guerra Mundial, por lo que su infancia transcurrió en los barrios más pobres de la capital del país africano. Fue gracias a una beca otorgada a los hijos de las víctimas del conflicto, que logró ingresar a la escuela y así entablar su primer contacto con los libros.
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Años después estudió filosofía en la Universidad de Argel. Debido a que enfermó de tuberculosis no pudo ejercer como profesor. Sin embargo, se adentró al periodismo como corresponsal del diario Alger Républican.
Ahí escribió artículos, que posteriormente fueron recopilados en Actuelles III (1958), el más importante fue La miseria de la Cabilia, un texto sobre las injusticias que los musulmanes sufrían en dicha región de Argelia. En 1940, el país prohibió la publicación del diario, por lo que Camus decidió emigrar a París, donde trabajó como secretario de redacción en el periódico Paris-Soir.
Fue en 1942 cuando publicó su primera novela, El extranjero, y el ensayo El mito de Sísifo, textos en los que desarrolló su filosofía del absurdo: los esfuerzos realizados por el ser humano para encontrar el significado dentro del universo acabarán fracasando, debido a que no existe tal; razón por la cual la vida es un conjunto de repeticiones carentes de sentido.
En 1943 conoció a Jean-Paul Sartre, durante el estreno de su obra teatral, Las moscas; entablaron una profunda amistad, misma que concluyó tajantemente en 1951, cuando Camus publicó su ensayo El hombre rebelde, donde profundiza respecto al cómo y por qué la humanidad siempre se ha revelado ante sus amos y por qué toda ideología puede resultar destructiva. Fue calificado por su colega, quien se había vuelto cercano al Partido Comunista, como un “idealista iluso y romántico”.
En 1957 fue laureado con el Nobel de Literatura, cuando tan sólo tenía 44 años, “por su importante producción literaria, cuya clarividente franqueza ilumina el problema de la conciencia humana en nuestro tiempo”.
Dedicó el galardón a Louis Germain, su profesor de primaria. Le escribió una famosa misiva, fechada el 19 de noviembre: “Esperé a que se apagara un poco el ruido de todos estos días antes de hablarle de todo corazón. He recibido un honor demasiado grande, que no he buscado ni pedido. Pero cuando supe la noticia, pensé primero en mi madre y después en usted. Sin usted, sin la mano afectuosa que tendió al niño pobre que era yo, sin su enseñanza no hubiese sucedido nada de esto.
El dato: Otra de sus pasiones fue el futbol; lo comenzó a practicar desde joven; fue portero del equipo Racing, de la Universidad de Argel, pero la tuberculosis que contrajo lo privó de su sueño ser un jugador profesional.
“No es que dé demasiada importancia a un honor de este tipo. Pero ofrece por lo menos la oportunidad de decirle lo que usted ha sido y sigue siendo para mí, y de corroborarle que sus esfuerzos, su trabajo y el corazón generoso que usted puso en ello continúan siempre vivos en uno de sus pequeños escolares, que, pese a los años, no ha dejado de ser un alumno agradecido. Lo abrazo con todas mis fuerzas”, concluye emotivo.
Tres años después, el escritor dejó el mundo en el episodio conocido internacionalmente a través de la crónica ”La muerte, imprevista y absurda, de Albert Camus”, publicada por Federico García-Requena, corresponsal del diario español ABC.
Albert Camus
Escritor, filósofo, dramaturgo y periodista
Nacionalidad: francés nacido en Argelia
Estudios: filosofía, en la Universidad de Argel
Movimientos: existencialismo, absurdismo
