Pieza de Antonio Juan-Marcos

Canto de Macario explora a Rulfo a través de la música

El compositor estrena su más reciente trabajo este fin de semana con la Orquesta Sinfónica de Minería; reconoce que la literatura mexicana juega un papel importante en su obra creativa

Antonio Juan-Marcos, en una sesión fotográfica.
Antonio Juan-Marcos, en una sesión fotográfica. Foto: Roberto Tetalmatzin

La obra del escritor Juan Rulfo llegará a través de la música a la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario con el estreno mundial de Canto de Macario, del compositor mexicano Antonio Juan-Marcos, este fin de semana en el concierto inaugural de la temporada de verano de la Orquesta Sinfónica de Minería (OSM).

Esta pieza, inspirada en el cuento Macario del escritor jalisciense, fue encargada especialmente por la OSM a partir del interés común por la literatura de Juan-Marcos y el maestro Carlos Miguel Prieto, director del ensamble.

“Él ya se había percatado en mis obras anteriores que me gusta mucho musicalizar la literatura mexicana o hacer piezas libremente inspiradas en ella, y él es un ávido lector, particularmente de cuentos. Entonces, me dijo que era una idea que podría ser musicalizada o, más bien, hacer una pieza libremente inspirada en algún cuento y pensamos en Macario de Juan Rulfo”, dijo el compositor en entrevista con La Razón.

La obra transcurre a través de tres emociones principales que vive Macario: su amor hacia Felipa, la comprensión un tanto caótica que tiene del mundo y el tambor imaginario que ronda en su cabeza.

“Escogí este cuento porque más que narrar una historia, refleja la vida emocional del personaje y creo que eso es algo muy bonito, que la música puede, en verdad, articular las emociones, más que ser programática de una acción dramática. Es un cuento que se presta perfecto a eso, porque va directo a la vida interior de Macario”, comentó.

Antonio Juan-Marcos expresa el amor de Macario hacia Felipa a través de flautas y violines; después, la comprensión desordenada que tiene el protagonista de su entorno se tradujo en una sección de mucha polifonía rítmica, con la participación de siete percusionistas.

“Inclusive visualmente es un poco imponente ver esa gran sección de percusiones que tiene la Sinfónica y que reflejan esta comprensión un tanto caótica del mundo que tiene el personaje”, expresó.

Así, se llega a un solo tambor grave que evoca el atabal imaginario que ronda la mente de Macario, quien incluso se da de cabezazos para poder escucharlo. “Para mí es como un mantra ese tambor, o un sonido obsesivo que por lo menos lo centra, un referente ante un mundo que él no comprende”, comentó.

La literatura juega un papel muy importante en la obra de Antonio Juan-Marcos, quien desde la infancia se sintió atraído por la lectura y por la música, al grado de que siempre está imaginando cómo puede musicalizar o hacer piezas libremente inspiradas en lo que se encuentra leyendo en ese momento. Esto ha dado como resultado creaciones basadas en poemas de Octavio Paz como Amanece (2015).

“También es una manera de explorar mi mexicanidad porque musicalizo particularmente literatura mexicana. Otros compositores lo hacen mucho a través de la influencia del folclor; en mi caso es explorando nuestra literatura y viendo cómo puedo interpretarla en sonidos”, destacó.

De cara al 70 aniversario de la publicación de Pedro Páramo en 2025, la obra maestra de Juan Rulfo, el compositor no descarta crear algo. “Sería un sueño hecho realidad hacer una ópera basada en Pedro Páramo. Es tan perfecta y al mismo tiempo tan enigmática y tan libre a diferentes interpretaciones que da material para hacer algo con ella. Definitivamente, sí es algo que tengo en el radar”, concluyó.

  • Cuando: Sábado 6 de julio, 20:00 h; domingo 7 de julio, 12:00 h
  • Dónde: Sala Nezahualcóyotl, Centro Cultural Universitario
  • Costo: $300, $400 y $700