Publica El verano de la serpiente

Cecilia Eudave explora la crueldad en nueva novela

La autora aborda la historia de Maricarmen, quien pide en una feria que le lean el futuro, lo cual cambia su vida; “me valgo de lo agrio y lo oscuro”, afirma a La Razón

La también ensayista, en una fotografía de archivo.
La también ensayista, en una fotografía de archivo. Foto: Especial

Cecilia Eudave (Guadalajara, Jalisco, 1968): narradora, docente y ensayista mexicana cuya obra se inscribe en la corriente weir fiction (literatura de lo inusual) con libros de gran aliento creativo entre los cuales destacan: Registro de lo imposible (cuentos, 2000), Bestiaria vida (Premio Nacional de Novela Corta Juan García Ponce, 2008), Para viajeros improbables (microrrelatos, 2011), Aislado (novela, 2015) y Al final del miedo (cuentos, 2021).

El verano de la serpiente (Alfaguara, 2022), la más reciente novela de la narradora jalisciense ubicada en la canícula del año 1977: una feria nómada se asienta en un poblado del Bajío mexicano. Maricarmen, la mayor de dos hermanas, pide a la mujer serpiente del espectáculo que le proporcione información del futuro. La respuesta, vaga y temible, produce un cambio radical en la vida de Maricarmen, la familia y de personas cercanas. Aparición de una boa que aterroriza a los vecinos y de un espectro que da lecciones malsanas a quienes lo procuran.

Todos estamos ejerciendo cierto tipo de encarnizamiento y generamos formas de violencia. Somos crueles, no se puede negar, la ejercemos en el otro de manera habitual
Cecilia Eudave<br>Narradora

Cabalgata de personajes singulares: la mujer serpiente, un hombre que somete a suplicios a su perro, una niña con una boa de mascota y el recolector de basura del barrio en acciones que inciden en la familia de la protagonista. Escenario complementado por el padre taciturno, la madre que escribe artículos y una hermana menor que juega con reptiles. Mientras tanto, Maricarmen se columpia en franjas indeterminadas que se pasean por circunstancias que sobrepasan lo evidente.

“El impulso que mueve la trama de esta novela es la crueldad. Todos los personajes son desalmados; de una manera u otra se aproximan a la crueldad desde distintas perspectivas. Refiero una crueldad no evidente, soterrada, alejada de lo incuestionable. Pretendí explorar esa crueldad que está ahí, y es sustancial en los procederes de todos: niños, adultos, ancianos. Todos estamos ejerciendo cierto tipo de encarnizamiento y generamos formas de violencia. Somos crueles, no se puede negar, la ejercemos en el otro de manera habitual”, precisó, en entrevista con La Razón Cecilia Eudave.

¿Segunda parte de la trilogía sobre la familia que inició con Bestiaria vida? Sí, pero se lee con independencia. La novela breve exige mucha más atención en la edificación de su estructura. Después de 14 años la publico, me tardo mucho en la concepción de mis proyectos literarios, soy obsesiva en el cuidado de los hilvanes narrativos.

¿Lo real en diálogo con lo extraordinario? Los lectores se preguntan si lo que están leyendo es real o fantástico. Aquí, la realidad está adyacente a lo insólito, invito al lector a viajar por esos linderos. Soy partidaria de lo híbrido, me gusta jugar con los matices. Ni una ebria fantasía ni tampoco una realidad exacerbada. La sutileza como un recurso para conmover. Lo inusitado, una perspectiva para ver la realidad.

¿Voces narrativas que el lector recibe en formas de retumbos? Conversaciones que vienen de lejos. Me propuse conformar una realidad en que lo anómalo convive con lo cotidiano. Sigilosas vidas de los personajes interpelados por circunstancias asombrosas. Quise que la historia fuera contada desde desiguales tonos, desde distintos ángulos, por un coro de voces perturbador, sugestivo y hasta aciago.

¿Flujo narrativo de mudanzas espaciales y temporales como una pieza de jazz? La aparente naturalidad recompuesta, que va sinuosamente a la infancia de la protagonista: vuelta a mis años infantiles; pero, también un viaje en forma ondulada a través de 40 años en la vida de las protagonistas. Verano de contrastes desde un empeño de ritornelo musical.

¿Usanzas que ocultan sombras? Me valgo de lo agrio y lo oscuro, velado en los atajos de las ‘buenas costumbres’ para ofrecer quizás una experiencia literaria, no lo dudo, punzante. No olvidar que esta novela en esencia, indaga en el imaginario y las incertidumbres de dos niñas que emprenden la elucidación del mundo.

¿Juego con el calendario chino donde 1977 es el Año de la Serpiente? Claro, hay una referencia juguetona, cómplice, con ese verano insólito de 1977, en que “nevó en Miami por primera y única vez”.

El verano de la serpiente
El verano de la serpiente ı Foto: Especial

El verano de la serpiente

  • Autora: Cecilia Eudave
  • Género: Novela
  • Editorial: Alfaguara, 2022